Este miércoles se ha disputado uno de los derbys más decisivos y, a la vez, más extraños de los últimos años. Decisivo por lo que ha supuesto el resultado: el 1-0 final con victoria culé ha mandado a sus vecinos del Espanyol al infierno de la Segunda División y raro porque se ha disputado sin público a causa de los efectos del Covid-19, que ha prohibido el acceso de aficionados a los recintos deportivos sine die.
Como era de esperar, el recochineo de algunos aficionados culés justo después de acabar el encuentro no se ha hecho esperar. Tracas, petardos y pirotecnia de la más variada ha sido la principal protagonista de la medianoche barcelonesa.
Y es que, al sonar el silbato del árbitro en el minuto 95, las calles de Barcelona se han visto envueltas de la pasión de los seguidores del Barça más antipericos que han sacado toda la adrenalina que llevaban dentro tras el desenlace del crucial encuentro.
CONVOCATORIA PREPARTIDO
Además de la espontaneidad a las 0h de la madrugada, los Boixos Nois, los ultras del Fútbol Club Barcelona, han realizado una convocatoria en las afueras del Camp Nou con el objetivo de calentar el derby barcelonés unas horas antes de que empezase a rodar el balón.
Aficionados 'culés' entierran al Espanyol / MA
También cabe destacar que, por la mañana, se ha colgado una pancarta fuera del recinto del estadio por parte de fans sin identificar del Barça que rezaba un premonitorio: "Hoy puede ser un gran día." Hacía 27 años que el Espanyol no pisaba la Segunda División. Sin duda,se trata de un palo muy duro para una de las aficiones más históricas de Cataluña y España.
La premonitoria pancarta contra el club 'perico' / MA