El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 3.700 las muertes por calor extremo entre 1991 y 2015, unas 150 personas cada año, en un riesgo que crece conforme aumenta la edad.
La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laura Pérez, y el concejal de Emergencia Climática y, Eloi Badia, lo han explicado en la rueda de prensa en la que han presentado las medidas para combatir el calor en la ciudad.
CALOR EXCESIVO EN BARCELONA
El calor excesivo y sostenido en el tiempo comporta un aumento de la mortalidad y la morbilidad, especialmente entre los ancianos, los bebés, las personas con patologías crónicas y las que tienen diversidad funcional.
Han advertido de que las comorbilidades más presentes entre los pacientes de coronavirus son también factores de riesgo para el calor: hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedades renales, entre otros.
En la fase de emergencia más alta, las medidas contemplan evitar la salida a la calle de las personas vulnerables, la entrega de comida a domicilio y de aparatos climatizadores, así como el traslado de personas vulnerables a los centros climatizados disponibles.
GORRAS Y CANTIMPLORAS
Asimismo, se prevé distribuir 500 gorras y 322 cantimploras de aluminio en colaboración con Cruz Roja, y el Servicio de Teleasistencia emitirá una alocución "masiva" para llegar a los 85.000 domicilios y los 100.000 usuarios.
El Ayuntamiento también desplegará una campaña informativa con carteles e intervenciones en las viviendas con servicios y apartamentos tutelados, y se intensificará la hidratación y se habilitarán zonas "refugio" con temperaturas adecuadas.