El juez ha impuesto una pena mínima de cuatro meses de cárcel por un delito contra la intimidad al bombero de Barcelona que el 2015 escondió una cámara en el vestuario femenino del parque de Sant Andreu.

El juzgado del penal número 19 de Barcelona ha decidido que podrán continuar ejerciendo de bombero y que mantendrá la plaza de funcionario público.

3.000 EUROS DE INDEMNIZACIÓN

El acusado se enfrentaba a seis años de cárcel e inhabilitación. La Fiscalía también pedía una indemnización de 3.000 euros a cada una de las víctimas por daños morales y una orden de distanciamiento durante 5 años. En la acusación particular de las tres perjudicadas se sumó el Ayuntamiento de Barcelona, donde el acusado tiene su plaza de bombero.

Las tres bomberas ya rechazaron la indemnización de 3.000 euros que aportó el acusado para lograr una rebaja de la condena, porque ellas reclamaban que el bombero no pudiera ejercer nunca más de bombero.

“LA SENTENCIA ES HUMILLANTE”

Según recoge La Vanguardia, las bomberas afectadas se muestran indignadas porque "la sentencia es humillante e injusta" y cuestiona el mensaje que la justicia da a la sociedad con una sentencia de tan "poca entidad".

Por contra, el juez no ve "relación entre el oficio de bombero y la comisión del delito" al considerar que cualquier persona autorizada a entrar en las dependencias, como un técnico de mantenimiento o personal de limpieza, podría haber cometido el mismo delito.

NO TIENEN “CONNOTACIÓN SEXUAL”

La sentencia, que suspende al bombero durante los 4 meses de condena, explica que no se puede agravar porque las imágenes "sólo retratan la desnudez" de las mujeres y no tienen "connotación sexual". Sí lo sería, admite el juez, si aparecieran, por ejemplo, "masturbándose" o las grabaciones hubieran afectado "la vida sexual" de las perjudicadas.

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