Durante la pandemia y su consecuente confinamiento muchas mujeres tuvieron que quedarse en casa atrapadas con su agresor. El Ayuntamiento de Barcelona ha hecho una valoración de esta situación tan complicada para las que sufren la execrable violencia machista.
En términos generales, el Servicio de Atención, Recuperación y Acogida (SARA) ha atendido a menos mujeres durante el estado de alarma pero los casos que han llegado han sido más graves. Así lo ha confirmado la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI del Ayuntamiento de Barcelona, Laura Pérez, en una rueda de prensa la mañana de este miércoles 26 de agosto.
ELEMENTOS CLAVE
En una atención a los medios a la que ha accedido Metrópoli Abierta, Pérez ha explicado que ha habido una “disminución drástica” de los servicios de urgencia del SARA durante el confinamiento. Se trata de 194 casos ante los 284 del mismo período del 2019.
Sin embargo, a pesar de la disminución de las urgencias atendidas, éstas se han “agravado muchísimo” debido a la complejidad de la situación.
En cambio, el número de llamadas a la línea de atención de la Generalitat en el ámbito de Barcelona han aumentado durante el estado de alarma. Pero este hecho no responde tanto a casos de violencia urgentes sino que tiene que ver con “dudas acerca del propio servicio del SARA”, ha ilustrado Pérez.
NECESIDADES BÁSICAS
Ante estas cifras, la conclusión a la que ha llegado el Ayuntamiento de Barcelona es que el confinamiento con el agresor ha hecho que se hayan contenido las llamadas de emergencia.
Las recomendaciones de quedarse en casa se han cumplido y solo han llegado los casos más graves. Asimismo, la incertidumbre económica de las mujeres se ha centrado en cubrir las necesidades básicas. Y cuando ha terminado el estado de alarma, las demandas y las atenciones han vuelto a ponerse en la línea del 2019.
¿QUÉ HA HECHO EL AYUNTAMIENTO?
Según la teniente de alcaldía, el servicio de atención a las mujeres se ha mantenido como “servicios esenciales”. Se han hecho atenciones vía telefónica y vía presencial. “Teniendo en cuenta el riesgo de la convivencia obligatoria hemos doblado los esfuerzos para hacerlas sentirse acompañadas. Se han hecho campañas de difusión; recomendaciones de actuación en diferentes lenguas; contactos con redes vecinales y comunitarias para detectar situaciones de violencia; y se ha ampliado el seguimiento del servicio para mantener el vínculo con las mujeres atendidas”, ha ilustrado.
La actividad de actuación al SARA se ha incrementado en más de un 130%.
MÁS COMPROMISOS
“Reforzamos el compromiso del Ayuntamiento porque estamos muy preocupados con el tema, y eso tiene una traducción presupuestal: desde el 2015 se ha doblado el presupuesto en materia de violencia machista. Y hemos sumado 1.200.000 euros para dar respuesta al problema del alojamiento a las mujeres maltratadas”, ha resumido Pérez, quien también ha pedido más implicación de otros entes públicos.
“Sabemos que esto no es un fenómeno local. Necesitamos respuesta de todas las administraciones. Nos preocupa, en un momento de crisis, el impacto que esto tiene en mujeres que están en situación de violencia. Sabemos que la recuperación pasa por la independencia económica y habitacional. Y todas las administraciones tenemos que ir de la mano”, ha expresado.
Actualmente, el Ayuntamiento de Barcelona cuenta con 260 plazas (vivienda) para mujeres en situación de violencia machista.