El presidente de la empresa Fuera Okupas, Jorge Fe, describe el fenómeno actual de la okupación como un auténtico "mercado inmobiliario". La usurpación de pisos se ha convertido en los últimos años en una práctica al alza en Barcelona y el área metropolitana. A empresas como la de Fe no les falta el trabajo.
En julio y agosto ha intervenido en 80 pisos, la mitad en la capital catalana. Los okupas, auténticos profesionales del sector, siguen una serie de pasos planificados para sortear la policía y unas leyes que, según Fe y la abogacía barcelonesa, favorece a los ocupantes.
PORTALES INMOBILIARIOS
Nada se deja al azar a la hora de invadir una vivienda. "Ellos saben donde se meten. Existen captadores de la okupación, gente que sondea los posibles pisos que se van a okupar. Muchos rastrean en portales inmobiliarios", explica. El método más habitual para irrumpir en un domicilio consiste en desconectar las alarmas de la vivienda, evitando la llegada de la policía durante las primeras horas o días de lo sucedido.
Una vieja técnica usada para robar en viviendas consiste en marcar la puerta con un diminuto trozo de plástico transparente. Si al cabo de unos días el elemento sigue allí, significa que los delincuentes tienen luz verde para actuar. Este verano, los Mossos d'Esquadra llegaron a lanzar una campaña para dar a conocer a la ciudadanía de esta práctica empleada por los ocupantes ilegales.
LLAVE DEL AGUA
En el distrito de Sant Martí de Provençals los agentes detectaron el pasado mes de julio una nueva modalidad llevada a cabo por okupas y ladrones. Esta consiste en cerrar la llave del agua de un edificio y volver al día siguiente para comprobar si continúa cerrada.
A grandes rasgos todos los manuales de okupación difundidos por Internet son similares. En plena crisis inmobiliaria, con la ejecución de decenas de miles de desahucios al año en España y un problema alarmante de vivienda, grupos vinculados al colectivo antisistema empezaron a escribir auténticos librillos de instrucciones que desglosan punto por punto las técnicas para okupar un piso.
Este material, al alcance de cualquiera, ha inspirado a un perfil de ocupante ilegal distinto, alejado del perfil de familias vulnerables que se arruinaron con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Fe insiste en una afirmación que ya lanzaba el pasado noviembre a este medio: la mayoría de los okupas son "unos jetas".
Los casos tratados por Fuera Okupas describen a grupos de personas que se aprovechan de las dificultades con las que la policía y los jueces se encuentran para desalojar a los usurpadores. Se trata del escenario denunciado el pasado 2 de septiembre por el Colegio de Abogados de Barcelona que pide desalojar en 48 horas el inmueble okupado si el supuesto inquilino no acredita un documento que lo vincule a la vivienda. Los letrados reclaman una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que dote de más instrumentos legales a los magistrados.
VISITA AL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
"No hay marginalidad", insiste Fe, que denuncia la actividad de los grupos que okupan para vender los pisos por 2.500 euros. "Entre ciertos colectivos se está adquiriendo como costumbre la okupación. Lo hacen porque saben que saldrán impunes", señala. Grupos de personas de nacionalidad pakistaní y dominicana han cogido fuerza entre el colectivo okupa en los últimos meses. El barrio del Poble-sec es uno de los barrios que registra numerosas okupaciones protagonizadas por inmigrantes procedentes del país caribeño.
Según la empresa Desokupa Exprés, antes de actuar buscan información en registros de propiedad, en la Dirección General de Catastro y en los ayuntamientos. La abogada de la Cambra de la Propietat Urbana, Rosa Maria Peris, explicaba recientemente que los ocupantes ilegales se transmiten protocolos de actuación a través de Internet. Vigilan al propietario, al piso, acuden al registro de la propiedad y obtienen una nota informativa para saber quién es el dueño del inmueble.
PALANCAS Y TALADROS
Uno de estos manuales recomienda entrar por la puerta o las ventanas. En el primer caso se sugiere el uso de palancas o taladros. Si la entrada se hace por las ventanas se recomienda emplear cortacristales o un martillo de emergencia.
En Barcelona existe la autodenominada Oficina de la Okupación que facilita información y asesoramiento a aquellos interesados en instalarse en una vivienda a la fuerza. El diario El Español avanzaba el 22 de agosto la actividad de este grupo de personas vinculado a colectivos anticapitalistas. En el cabecero de la página web, ofrece una entrada "silenciosa" o "pública", con una concentración en la calle y un pasacalles para aprovechar el ruido y ejecutar la okupación.
BARRICA BIEN LAS ENTRADAS
"Los primeros días. Asegúrate de que siempre haya alguien en la casa y barrica bien todas las entradas. Piensa que estos pueden ser los días más duros", proponen desde la oficina. En el apartado de Consejos Legales, informan de que en los edificios públicos la propiedad tiene un plazo de 48 horas para decretar un desalojo.
En caso de que la vivienda sea de un particular, si el proceso judicial se canaliza por la vía civil los okupantes pueden enfrentarse a un "proceso tranquilo" que termina en desalojo. Por la vía penal, si el caso se alarga durante años, "puede demostrarse las tareas de rehabilitación de la finca y los años que lleva abandonada".