Las asociaciones vecinales de la Vila Olímpica y de la Barceloneta están en pie de guerra contra la subasta de 26 locales del frente marítimo que tendrá lugar el próximo 19 de octubre. Ambas entidades exigen al gobierno de Ada Colau que impugne la operación que ejecutará el Gobierno español para evitar la privatización de la zona, subraya el presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica, Jordi Giró.

Según Giró, la subasta no contempla compensar económicamente al consistorio barcelonés por las inversiones realizadas durante 30 años entre las playas del Somorrostro y de la Mar Bella. Giró recuerda que el Ayuntamiento gastó millones de euros en construcción de locales, urbanización y mantenimiento, un dinero que ahora no recuperará. "El Ayuntamiento ha sido concesionario único durante tres décadas, un derecho que no se respeta en la subasta. No me consta tampoco que el Ayuntamiento haya renunciado", apunta.

CONCESIÓN DURANTE 30 AÑOS

A raíz de los Juegos Olímpicos, en 1989 el Estado hizo una concesión al Ayuntamiento de los 470.000 metros cuadrados del frente marítimo. La concesión acabó en junio de 2019. Desde entonces, el futuro de la zona y el de los negocios instalados allí estaban pendientes de resolverse. Los permisos a los locales también databan de la época olímpica y de años posteriores. Tras el fin de la concesión en 2019, el Estado alargó el contrato de las actividades un año más. Ahora ha tocado a su fin.

Loa 26 lotes saldrán a la venta por 68,3 millones, pero el valor de mercado es notablemente superior. Giró advierte que el precio se doblará. "Fácilmente alcanzará los 120 o 130 millones". Entre los negocios que se subastan figuran el casino de Barcelona, las discotecas Pachá, Bestial y Catwalk, el restaurante McDonald's que se encuentra encima de la ronda Litoral, la gasolinera Repsol (que hay entre la playa del Bogatell y la ronda del Litoral) y 532 plazas de aparcamiento, entre ellas un lote con 318 estacionamientos.

54 MILLONES DE PÉRDIDAS DIRECTAS

El líder vecinal dice que si la subasta tiene lugar, el frente marítimo de Barcelona se privatizará y las administraciones perderán toda opción de intervenir en este emplazamiento de la ciudad. "Será una venta en toda regla y no sé podrá hacer nada". Especialmente preocupante es la operación que prepara la propiedad del Hotel Arts en la zona, donde ya gestiona diversos locales, entre ellos el casino. Según Giró, esta sociedad pujará por más de una veintena de locales. En algunos de ellos ya son los inquilinos y tendrán un derecho preferente de compra. El medio Crónica Global cifró en 54 millones las pérdidas directas de la ciudad.

El Ayuntamiento de Barcelona no ha contestado a los requerimientos informativos de Metrópoli Abierta. Sobre el problema planteado sí respondió hace unos días el concejal de Presupuestos, Jordi Martí Grau, a través de Twitter a pregunta del edil de ERC, Jordi Coronas. Según Martí Grau, "todo el litoral de Barcelona se transformó obteniendo recursos de las concesiones privadas". Coronas, por el contrario, afirma que las remodelaciones se llevaron a cabo con inversión pública y una parte de financiación con las cesiones de uso (alquileres) a 30 años. El concejal republicano critica que el Ayuntamiento no explica qué inversión hizo en esta zona de Barcelona en la época olímpica y cuánto se recuperó con las concesiones.

Entre los locales que se subastan figuran el McDonald's de encima de la ronda Litoral y la gasolinera Repsol. En ambos casos, el terreno está catalogado de equipamiento, pero actualmente en los dos casos los usos son de actividad comercial. "Con el fin de la concesión, el Ayuntamiento al menos tenía que haber negociado con los titulares de los dos establecimientos", comenta Giró. No parece que lo haya hecho y la consecuencia es clara: si en un futuro el Ayuntamiento quiere utilizar estos emplazamientos para edificios públicos los tendrá que pagar a precio de mercado.  

FUERA DE LA SUBASTA

En la subasta del 19 de octubre no se incluyen todos los negocios de la zona. El consistorio logró este verano dejar fuera de la subasta cinco discotecas -en algunos casos también son restaurantes- que se encuentran en la playa del Somorrostro. Se trata de Opium, Carpe Diem, Agua, IceBar y Shoko. Menos a Opium, al resto de salas se les prorrogará el contrato cinco años. A Opium, el contrato solo se le renovará dos años. El objetivo es que este espacio sirva para ampliar las instalaciones del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los chiringuitos de la playa del Bogatell, cinco en total, pasarán a manos municipales. 

Terraza de la discoteca Opium de Barcelona



Tampoco se han incluido en la subasta los locales situdos en los bajos de la Torre Mapfre. "Son más de 20, entre ellos un Farggi y un Pans and Company. Ahora mismo no sabemos qué pasará con ellos. Pero lo lógico es pensar que en un futuro el Estado también los venderá. Nos preocupa si se acaban convirtiendo en discotecas". En buena parte de los locales de ocio nocturno del frente marítimo y el Port Olímpic es habitual que se produzcan problemas de incivismo y delitos mayores como peleas, robos y agresiones, algunas de ellas mortales. "Si esto sucede está en riesgo el proyecto de transformación del Port Olímpic", sostiene Giró.

PROYECTO DEPORTIVO

El Ayuntamiento gestiona el Port Olímpic desde el pasado mes de abril tras una cesión por parte de la Generalitat al tratarse de un puerto deportivo. El proyecto prevé la reforma de la zona en un espacio de uso ciudadano, con zonas de paseo y descanso, equipamientos vinculados a los deportes marítimos y con un frente marítimo integrado en la trama urbana. El plan contempla también el cierre de las discotecas y bares situados en la parte inferior. La zona de arriba (bajos de la Torre Mapfre) no están incluidos en la remodelación porque es de titularidad estatal, pero según la actividad que allí se desarrolle puede tener una influencia directa en el futuro del Port Olímpic.

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