La protesta de la restauración contra el cierre decretado por la Generalitat no ha tenido un final especialmente tranquilo. Pese al carácter pacífico y festivo que estaba manteniendo la manifestación, la tensión se ha incrementado por momentos en el Eixample.

Unos 600 manifestantes han cortado la confluencia de Gran Via con paseo de Gràcia, llegándose a producir momentos de tensión cuando algunos de los concentrados se han enfrentado a un conductor a quien han obligado a recular.

El conflicto ha obligado a intervenir a la Guardia Urbana, que había cortado el tráfico anteriormente, y a los Mossos d'Esquadra para prevenir que el encuentro llegara a mayores. Pese a ello, algunos manifestantes han respondido con un lanzamiento de huevos que ha empañado la protesta.

RESTRICCIONES

Las restricciones impuestas por la Generalitat durante 15 días deja al sector en una situación muy comprometida tras el cierre obligado durante el estado de alarma.

El Director del Gremi de Restauració de BarcelonaRoger Pallarols, ha asegurado que este viernes se está escenificando "la indignación del sector" por la "desproporcionada, errónea, injusta y criminalizadora decisión de la Generalitat hacia el sector de la restauración".

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