Muy pocas personas lo saben, pero todos los rincones de Barcelona están vigilados por cámaras de seguridad que son controladas desde un futurista centro ubicado en el barrio de Gràcia de la ciudad. Se trata del Centre de Serveis Municipals (CSM), agazapado en un edificio de la calle Torrent de l’Olla y al cual se accede tras pasar una puerta de acceso con un sofisticado sistema de control biométrico.
El CSM ocupa toda una planta y engloba las dependencias del Centro de Gestión de Movilidad Urbana (CGMU), el Centro de Gestión de Movilidad Rondas (CGMR), el Centro de Control de Túneles (CCT) y la Central de Operaciones (CDO). La sala principal de ese Gran Hermano municipal está presidida por dos videowalls y 18 monitores de televisión que recogen imágenes de las distintas cámaras diseminadas por la ciudad. Un videowall es una configuración de pantallas o monitores que se sincronizan para mostrar contenidos y simular una pantalla de gran tamaño. Es, ni más ni menos, una pantalla gigante similar a las que se suelen ver en películas de Hollywood pertenecientes a centros de control de datos, de tráfico o de transportes.
CINCO SALAS DIFERENTES
En la sala, cuatro filas con 20 operadores de los diferentes organismos citados sirven para que el personal municipal tenga constancia de todo lo que pasa en la urbe. Además de esa sala futurista, el CSM dispone también de una sala técnica que contiene equipamiento informático y de comunicación, con 24 armarios tipo rack, una sala de reuniones con una mesa, 14 sillas, un ordenador, una pantalla de televisión, un proyector y una pizarra interactiva, una sala de técnicos, donde trabaja personal auxiliar en turnos de seis personas, y una sala de armarios, donde se encuentran los armarios en los que el personal deposita sus efectos personales.
El CGMU tiene un software específico y diferentes módulos dependiendo de las funciones: ha de realizar funciones de comunicación y monitorización de los equipos, de los reguladores de tráfico y todas las actuaciones manuales o automáticas (vigila corredores de bomberos o el carril Bus VAO, por ejemplo), gestionar las fuentes de datos y su conversión en información (tiempos de recorrido, niveles de servicio, etc), gestionar las imágenes de las cámaras y el acceso a las zonas reguladas, así como las calles que tienen pilones, el sistema de control de los carriles reversibles o los avisos de incidencias. Para ello, está conectado permanentemente con otros centros de control, como la Sala Conjunta de Comandament (SCC), ubicada en la calle Lleida, el Centre d’Informació Viària de Catalunya (Civicat), en Via Laietana, el centro de control de autobuses de TMB o Betevé, en la plaza Tísner, durante las 24 horas del día.
LA MOVILIDAD SALDRÁ POR UN PICO
Gestionar y supervisar toda la información que pasa por esos monitores, así como detectar e identificar posibles afectaciones a la movilidad como accidentes, manifestaciones o averías, controlar los paneles de información variable, gestionar todas las incidencias y adaptar el funcionamiento de los semáforos saldrá por un pico al Ayuntamiento. Para esa tarea, el pasado 1 de octubre se adjudicó un contrato de 1.271.000 euros que fue a parar a manos de la unión temporal de empresas formada por Etra Bonal, Electronic Trafic y CGMU Operació. La duración del contrato será de dos años, pero podrá prorrogarse por otros dos más, por lo que el monto total de sitúa en más de 2,5 millones de euros. El objeto del contrato es adjudicaciones es gestionar “el equipamiento que conforma el sistema de control de la movilidad en la ciudad de Barcelona y el mantenimiento de elementos comunes del Centro de Servicios Municipales (CSM)”.
No es el único contrato. El mismo día, se firmaba otro contrato con la misma UTE (aunque la tercera empresa era Manteniment CGMU 2020) por 1.007.000 euros, con una duración también de dos años y prorrogable por otros dos (el monto total sería de algo más de dos millones de euros), pero para “los servicios especializados del CGMU y el mantenimiento de elementos comunes del CSM”. El monto final de ambos contratos, pues, sobrepasa los 4,5 millones de euros.
Los servicios especializados del CGMU son “el servicio de administración de sistemas, el de análisis de datos, el de ingeniería de tráfico, el de coordinación técnica del CGMU y el apoyo administrativo al CGMU”. Estos servicios deben prestarse de manera presencial, por lo que el personal de la UTE tendrá que trabajar en las dependencias del Gran Hermano municipal.