La funeraria Áltima, el segundo operador en importancia de Barcelona, ha atendido este año un 29% más de muertes a causa de la pandemia. Entre enero y octubre de este año, la empresa ha hecho 14.500 ceremonias frente a las 11.000 en el mismo periodo del año pasado. Áltima tiene una treintena de tanarorios en Cataluña -entre ellos el tanatorio de la ronda de Dalt- y gestiona 17 cementerios.

Del exceso de mortalidad, 3.200 son atribuibles al coronavirus. Se trata de personas que o bien habían muerto por el Covid-19 o eran sospechosas de padecer la enfermedad, según han informado este martes en rueda de prensa los hermanos Josep y Joan Ventura, directores generales de la empresa funeraria. Entre marzo y mayo, en pleno pico de la pandemia, Áltima registró un 91% más de decesos que en los mismos meses del año pasado.

MÁS INCINERACIONES

Otro de los efectos que ha tenido la pandemia es el aumento de las incineraciones un 34%. "Por el coronavirus vemos que muchas familias, al no poder despedir a los difuntos en los hospitales ni hacer velatorios o ceremonias, han pedido la incineración porque querían tener algo de la persona fallecida. Se han quedado las cenizas para que, cuando pase todo, puedan hacer una ceremonia", ha explicado el director general de Cementerios de Áltima, Joan Ventura. En 2019, las incineraciones representaban el 49% de los servicios. Ahora es el 56%.

En un futuro, Áltima sostiene que las cremaciones seguirán subiendo hasta situarse entre el 60 y el 65% de los servicios. En Barcelona, la incineración ya es la opción más utilizada por los ciudadanos desde hace años, llegando al 51% de los fallecimientos.

PRECIOS, A LA BAJA

Los hermanos Ventura han asegurado que el precio medio de un entierro en Áltima se sitúa en 2.675 euros, IVA incluido, y niegan que el coste medio en Barcelona sea de unos 5.500 o 6.000 euros, como defendía el gobierno de Ada Colau para poner en marcha la funeraria pública, la misma que jamás se llegó a poner en marcha y que lleva desde el pasado mandato en los despachos municipales. El año pasado, en Áltima, el precio medio era de 3.167 euros. 

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