El pesebre de Sant Jaume pende de un hilo

El pesebre de la plaza de Jaume pende de un hilo. El coronavirus podría echar al traste una de las tradiciones navideñas de Barcelona, que cada año acaba en polémica y con más detractores que entusiastas. El problema del pesebre es que cada año atrae a miles de visitantes y con la pandemia no es lo más aconsejable.

Fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), que depende de la sexta tenencia de alcaldía que encabeza Joan Subirats, no han dado por hecho la construcción de la tradicional instalación navideña. "Todavía no se ha tomado una decisión. Se están estudiando distintas soluciones. En unos días podremos decir algo", apuntan fuentes del ICUB.

Una de las propuestas que está valorando el Ayuntamiento es la puesta en marcha de un pesebre en el patio del edificio consistorial, explican desde la Associació Pessebrista de Barcelona, que ahora mismo la información que tiene es que el pesebre de Sant Jaume se deja para otro año. Un alto cargo del gobierno municipal confirma a este medio que se trabaja en esta dirección y que la opción del pesebre en el espacio público está casi descartada. 

EVITAR CONCENTRACIONES 

Detrás de la posibilidad de que el pesebre de Sant Jaume no se monte está el evitar grandes concentraciones de personas en el espacio público, como cada año sucede con el nacimiento del Jesús municipal. Si finalmente se opta por la opción de abrir un belén en el interior del Ayuntamiento, será mucho más fácil controlar los aforos. Al problema del Covid-19, hay que sumar los altercados de los últimos días.

Una información que parece ir en la línea de que Barcelona se quedará sin el masivo pesebre de la plaza de Sant Jaume es que este año no se ha licitado ningún contrato para su construcción. Metrópoli Abierta ha consultado la página de transparencia del ICUB y no aparece ningún contrato. En cambio, sí salen publicadas las adjudicaciones de 2019 y de 2018.

EL PESSEBRE DEL MUSEU MARÈS SÍ QUE SE HARÁ

Según la Associació Pessebrista de Barcelona, el belén que sí que abrirá sus puertas es el "clásico" del Museu Marès. En principio, si la pandemia lo permite, el estreno se hará el 27 de noviembre. También está previsto abrir un pesebre dentro de la Generalitat y en el monasterio de Pedralbes. La instalación del Marès si ha sido adjudicada por 66.000 euros por dos años [ver aquí].

Cada año, el pesebre de Sant Jaume suscita polémica porque es una interpretación contemporánea de este elemento de la Navidad y por el elevado importe. El año pasado, la instalación era un montón de cajas sacadas de un trastero. La propuesta artística costó a los barceloneses cerca de 100.000 euros.