Los restauradores no quieren que se alargue más el cierre de bares y restaurantes en Barcelona. Después de un mes con las persianas bajadas, el Gremi de Restauració alerta en un comunicado que el sector no está dispuesto a aceptar la prórroga de una medida que considera “improvisada” e “insostenible”. Y es que en la reunión que sus representantes han mantenido este jueves con el Departament de Salut, Alba Vergés ha planteado la posibilidad de aplicar las restricciones durante 10 días más.
Tras el encuentro con la consellera y el secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, el Gremi de Restauració ha hecho público que existe una propuesta para que el PROCICAT prorrogue el cierre de los locales hasta el próximo 22 de noviembre. Los restauradores lamentan que el 14 de octubre pasado, cuando el Govern ordenó clausurar de nuevo bares y restaurantes, por la segunda oleada de la pandemia, se les pidió un esfuerzo de 15 días que de momento ha resultado ser del doble: “Se habló de una medida muy drástica pero concentrada en el tiempo. Con la prórroga serán 40 días en total”. El gremio considera además que con una “reapertura de mínimos”, como la que planteó el miércoles el conseller d’Empresa i Coneixement, Ramon Tremosa, “muchos locales continuarán cerrados”. Para el sector, la propuesta demuestra que las medidas actuales de contención no responden a ninguna estrategia “sino que son fruto de la improvisación”. Y pide que cuando puedan reabrir se incluya “el interior de los establecimientos y las terrazas, y también un horario amplio que comprenda las distintas comidas”.
PONEN A MADRID COMO EJEMPLO
“Los restauradores nos sentimos abandonados. Se está hundiendo la economía y, por tanto, no se está llevando a cabo una gestión satisfactoria de la pandemia y la crisis económica que ha ocasionado”, escribe el Gremi de Restauració en un duro comunicado. Sorprendentemente, los hosteleros ponen de ejemplo a la Comunidad de Madrid a la hora de parar los contagios: “Es posible doblar la curva sin frenar la actividad”. A pesar de la gran incidencia del coronavirus en la capital española durante el mes de octubre, el gobierno autonómico de Isabel Díaz-Ayuso se negó entonces a cerrar bares y restaurantes.
Desconcertados igualmente con las ayudas que la Generalitat ha puesto a disposición de los autónomos esta misma semana, que se agotaron en pocas horas y colapsaron la página web donde había que solicitarlas, los restauradores definen la situación de “esperpento”. “Observamos con extrema preocupación hasta qué punto han perdido cualquier tipo de vinculación con el mundo real y con el sufrimiento de los autónomos y las empresas. La situación es insostenible”.