Gerard Piqué y Shakira han cerrado de forma definitiva el exclusivo restaurante que tenían en Barcelona. Se trata de Blue Spot, que abrieron en junio de 2018 con el restaurador Tomás Tarruella, entre otros socios, junto al Hotel Vela, en el barrio de la Barceloneta.
El establecimiento no ha podido aguantar los embistes de la crisis que ha dejado la pandemia y ha presentado un concurso de acreedores en los juzgados mercantiles de la ciudad. El restaurante llevaba cerrado desde que se decretó el estado de alarma, el pasado mes de marzo.
PÉRDIDAS DE CASI MEDIO MILLÓN
Detrás de este negocio de restauración estaba la sociedad Logobeach, presidida por Tarruella y de la que también formaban parte como consejeros el hermano del futbolista (Marco), Perico Cortés, Joan Mas y Xavier Mitats, avanzó hace unos días el diario Expansión.
En 2018, el restaurante facturó 1,9 millones de euros, pero perdió cerca de medio millón. El año pasado, el establecimiento parecía que arrancaba, por el estado de alarma, las restricciones al sector de la restauración y la ausencia de turistas la han puesto la puntilla. El establecimiento tenía capacidad para 300 comensales y en él trabajaban 30 personas.
VISTAS DE 360º GRADOS EN LA BARCELONETA
El Blue Spot se encontraba en lo alto del cubo cromado de la playa de Sant Sebastià. Al restaurante, con vistas de 360º sobre la ciudad, se accedía a través de dos ascensores. El local disponía de una terraza que funcionaba como coctelería y contaba con una carta con pastas, arroces, carnes, pescados y mariscos.