La Fiscalía imputa a un vigilante por tolerar un ataque homófobo en Barcelona

Nueve meses de cárcel “por omisión” para un vigilante de seguridad que toleró un ataque homófobo en Barcelona. El fiscal contra los delitos de odio Miguel Ángel Aguilar imputa en en su escrito de acusación a D.J.T., por estar “legal y contractualmente obligado a actuar para impedir la agresión”.

El agresor, por su parte, está acusado a 18 meses de prisión por un “presunto delito de discriminación y contra la integridad moral”. J.M.S.G, que cuenta con multitud de antecedentes penales, lanzó insultos y amenazas a la víctima en un restaurante de comida rápida de ronda Universitat.

“AGRESIÓN ABSOLUTAMENTE GRATUITA”

Los hechos se remontan a la noche del día del Orgullo de 2019. Mientras que el joven agredido “se encontraba tranquilamente escogiendo lo que quería consumir en las maquinas de autoservicio de dicho local”, el denunciado “se levantó de su mesa y le increpó de forma agresiva por la espalda”, explica el fiscal.

El agresor reprendió “hostilmente” a la víctima, en voz alta para que lo escuchara el resto de la clientela, porque su forma de vestir “no respondía a su intolerante forma de pensar”. Se trata de una “agresión absolutamente gratuita” movida por la animadversión de J.M.S.G. a los homosexuales, añade Aguilar.

“VOY A HACERTE HETERO A HOSTIAS”

Los ataques verbales terminaron en un empujón que provocó que el afectado se golpeara con la máquina dispensadora, aunque no resultó herido. El acusado le amenazó con frases como “vamos fuera del local que voy a hacerte hetero de las hostias, hoy es el día de las hostias, ¿quieres ver cómo te las suelto?”.

Ante esta situación, el vigilante de seguridad no intervino “activa y decisivamente para frenar la conducta vejatoria que estaba protagonizando el otro denunciado”, apunta la Fiscalía. De hecho, D.J.T. se limitó a avisar a los Mossos d’Esquadra tiempo después de los hechos, para advertirles de que dos clientes “se estaban amenazando entre ellos”.

MULTAS E INHABILITACIÓN

Además de 18 meses de prisión, el fiscal pide una multa de 3.200 euros para el acusado e inhabilitarlo durante cinco años para trabajar en el ámbito docente, deportivo o de tiempo libre. Asimismo, reclama imponerle una orden de alejamiento de un kilómetro y la prohibición de comunicarse con la víctima durante cinco años después de terminar su pena de cárcel.

Respecto al vigilante, Aguilar reclama, además de nueve meses de prisión, una multa de 2.300 euros y su inhabilitación para trabajar en la educación y como vigilante de seguridad.