La demanda de comida en el Banco de Alimentos de Barcelona durante 2020 creció un 40%, especialmente entre personas que nunca antes habían tenido que recurrir a ello y que se quedaron sin trabajo debido a la pandemia, según ha explicado este miércoles la presidenta de la entidad, Roser Brutau.
En un encuentro en el Fórum Europa-Tribuna Cataluña, Brutau ha señalado que "2020 ha sido el peor, el año del cataclismo por la pandemia, no hemos podido parar ni un momento y nos pusimos a trabajar sin descanso para suplir el aumento de un 40% en la demanda de alimentos, hemos superado el reto de encontrar comida bajo las piedras", ha asegurado.
EL GRAN RECAPTE
Brutau ha agradecido la tarea de los voluntarios y, en especial, la implicación de los donantes. "Las donaciones crecieron una barbaridad y El Gran Recapte ayudó muchísimo", ha destacado, a pesar de que el pasado año tuvo un formato diferente y poco habitual.
"Vimos que El Gran Recapte físico sería imposible por la pandemia, así que tuvimos que usar los métodos digitales y pasamos de pedir donaciones de alimentos a pedir dinero, algo que no nos gustaba nada, pero la sociedad nos entendió y nos apoyó en una situación tan difícil", ha explicado.
DIFICULTADES EN EL CONFINAMIENTO
El jefe de logística del Banco de Alimentos de Barcelona, Oriol Dolader, también ha participado y ha puesto de relieve las dificultades en la gestión de los voluntarios durante el estado de alarma, cuando la movilidad estaba más restringida.
"Podemos decir orgullosos que el Banco no cerró ni un día gracias a las más de 500 solicitudes de voluntarios, que se materializaron en unas 320 personas que participaron en rotaciones de grupos reducidos de unas 20 personas", ha comentado.
CRÍTICAS AL IVA
El Banco de Alimentos recibe subvenciones de la Generalitat y del Ayuntamiento, además de donaciones de empresas y particulares. "El Banco no tiene patrimonio, todo lo que tocamos es prestado o regalado y, además, hay una auditoría anual que da transparencia absoluta a esos ingresos y gastos, que a veces hacen posible la compra de alimentos con los excedentes de las donaciones", ha defendido Brutau.
La presidenta de la fundación también ha criticado la carga fiscal a la que está sujeta el Banco de Alimentos, que ha cifrado en 327.000 euros destinados al IVA durante el año pasado, un dinero con el que se podría haber alimentado a mil personas durane un año.
Brutau ha pedido al próximo Govern que "sea consciente de que la red de entidades catalanas es muy potente", y ha dicho que, gobierne quien gobierne, "el Banco de Alimentos no tiene que presentarse otra vez, saben perfectamente quién somos".