Los ancianos de la residencia Nuestra Señora de Meritxell, y la entidad Xarxa d’Habitatge de l’Esquerra de l’Eixample (XHEE), han denunciado este viernes que han recibido una orden de desahucio, prevista para el próximo 3 de marzo, y han pedido que se "garantice una solución".

Según ha informado la directora del centro, Francesca Naranjo, "el propietario del edificio no quiere renovar el contrato, que se terminó en junio del año pasado, ni tampoco el nuevo propietario que recientemente ha comprado toda la finca", por lo que los 15 ancianos que viven en él deberán abandonarlo.

Una residencia de ancianos durante la pandemia del Covid-19 / EFE



OLVIDADOS POR LA ADMINISTRACIÓN

Naranjo ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat, que "se reúnan con la propiedad y con nosotros para encontrar una solución digna para las residentes de este centro y sus trabajadoras", además de "garantizar que la residencia se quede en el barrio". "Si eres propietario, debes tratar a las personas como personas, no como pelotas. Que se encuentre un lugar donde ellos puedan estar bien", ha expresado Naranjo.

El cierre del centro también dejará sin trabajo a diez personas, y para Yanela, la cocinera de la residencia, "esta es una situación muy dura que pasa por encima de valores como la humanidad" y los ancianos "están muy preocupados porque los van a echar". Asimismo, ha añadido que se sienten olvidados por las instituciones. 

La residencia, situada en la Gran Via de Barcelona (Eixample), frente al edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB), ha conseguido mantenerse libre de coronavirus durante la pandemia. Lucía Baiona, portavoz de la Xarxa d’Habitatge de l’Esquerra de l’Eixample, denuncia que "no garantizar un sistema público de atención y cuidados tiene un precio", y éste "lo pagan sistemáticamente las personas más vulnerables y las trabajadoras". "Seguimos viendo cómo van antes los beneficios de una gran empresa que la dignidad de nuestras vidas", ha añadido.

"No se puede permitir que 15 personas mayores, que necesitan cuidados y atención, se queden fuera de su casa. No se puede permitir que 15 trabajadoras se queden sin trabajo", ha concluido.

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