8 de marzo atípico en Barcelona. Las feministas han vuelto a llenar las calles de la ciudad. 4.500 personas han protestado en una concentración estática en el paseo de Gràcia para reivindicar la igualdad, superando el número previsto por la plataforma organizadora, que contaba con 3.500. La cifra está a años luz de la del año pasado, cuando se manifestaron 50.000 personas, aunque el contexto este 2021 es muy distinto. El objetivo se ha conseguido: protestar pero garantizando las distancias de seguridad, que se han respetado.

CUIDADORAS Y KELLYS MIGRADAS

Las mujeres migradas con los trabajos más precarios, como las cuidadoras o las trabajadoras de la limpieza, han sido las grandes protagonistas de la protesta. Se trata de un colectivo donde las desigualdades acentuadas por el covid se han hecho notar especialmente, porque ya estaba muy precarizado previamente. Así, se han oído consignas como “La ley de extranjería es una porquería”, "Mujer migrada, ni sumisa ni callada" o “La ley de extranjería es violencia machista”.

Muchas de las pancartas también iban dedicadas a ellas, con mensajes como “mi vida se cuida, cuidad a las que cuidan”. De hecho, una de las exigencias del manifiesto de la plataforma convocante —Vaga Feminista— es la integración inmediata de las trabajadoras de la limpieza y cuidadoras en el Régimen General de la Seguridad Social y la derogación de la ley de extranjería. Durante el acto de protesta, una portavoz ha subrayado que es una nueva forma de “esclavitud, que se ejerce en las casas del Estado español” y que “no sería posible sin la violencia institucional”.

Bonchra y Rachda se han manifestado este lunes por la igualdad / ELI GONZALEZ



Metrópoli Abierta ha hablado con dos de las mujeres que reinvindicaban estos aspectos, Bonchra y Rachda, mauritana y marroquí, respectivamente. Apenas hablan español, pero ambas se han situado en la primera línea de la concentración, justo detrás de una pancarta que clamaba: “Mujeres migrantes. ¡En lucha!". También las dos lucían unos delantales con mensajes reivindicativos como “Las mujeres son la mitad de la sociedad” y “ni sumisa ni devota”.

OTRAS REIVINDICACIONES

Durante la marcha ha habido cabida para otras reivindicaciones como la exigencia del aborto libre o la denuncia de la violencia machista, y se han escuchado cánticos como “Fuera rosarios de nuestros ovarios”, “No es un caso aislado es el patriarcado” o “No son muertas, son asesinadas”.

Durante los parlamentos, también se ha hecho referencia a los casos de acoso sexual que han salido a la luz recientemente en el Institut del Teatre y a otros casos similares, que no han tenido tanta repercusión mediática. 

DIVERSIDAD

Así pues, ha habido diversidad de reivindicaciones, y también de mujeres. Isa, una mujer de 67 años que se manifesta cada año, ha explicado a este medio que estaba protestando porque “lo maquillen como lo maquillen hay una brecha en todo”. También ha asegurado que aunque el covid lo ha empeorado todo, aún ha empeorado más con “la presencia en el parlamento de un grupo como Vox”. “Es ya lo que nos faltaba”, ha sentenciado.

Tres adolescentes de 14 años que cursan tercero de la ESO que han acudido a la manifestación por su cuenta, se han mostrado igual de reivindicativas que Isa. “Hemos venido porque faltan muchas cosas por cambiar, y también es una especie de conmemoración para las mujeres”, han explicado a este medio. Hoy han hecho huelga en el instituto, porque tienen claro qué quieren denunciar: “Hay que cambiar cosas de nuestro día a día. A muchas niñas de nuestra clase las han perseguido por la calle o han recibido comentarios que no habrían de haber escuchado”, ha lamentado una de ellas.  

"El peor virus"



"El peor virus"/ E.G

Precisamente, el concepto de la diversidad formaba parte del lema de la protesta. Había sido convocada por la plataforma Vaga Feminista a las 18.30 horas bajo el eslogan "Juntes, diverses i rebels. Juntes #Imparables♀!" y con la voluntad de ser una concentración estática.

CON DISTANCIAS

La idea de este formato formaba parte de un dispositivo de seguridad ideado por las organizadoras con la colaboración de expertos en urbanismo y salud; y ha dado resultado. Otra de las medidas ideadas consistía en que las personas que quisieran participar se inscribiesen a través de un formulario web con tal de garantizar la distribución de las personas asistentes por tramos, respetando las distancias. Así, esta vía central de la ciudad, se había dividido en ocho tramos —dos mixtos y seis no mixtos— con una capacidad de 450 personas cada uno, entre el cruce con la avenida Diagonal y la Gran Via de les Corts Catalanes.

ATAQUE CON GAS PIMIENTA

La concentración se ha desarrollado en un ambiente festivo con música sonando desde altavoces y algunas batucadas. Pero este clima alegre ha sido truncado sobre las 19.30 horas de la tarde, cuando en un tramo no mixto, una persona ha lanzado gas pimienta contra algunas manifestantes. Metrópoli Abierta ha podido hablar con una de las víctimas de la agresión, justo después de que fuera atendia por el Servei d’Emergències Mèdiques (SEM), y con los ojos aún vidriosos por el producto. Según la mujer afectada, que ha preferido mantener el anonimato, el agresor se ha acercado con rapidez y ha rociado el spray sobre ella y otras personas que se encontraban cerca. El hombre ha sido retenido por la Guardia Urbana y aunque no ha sido detenido, sí que ha quedado investigado por un delito de lesiones leves.

Una de las mujeres que ha sido víctima del ataque con gas pimienta (la segunda de izquierda a derecha)/ ELISABET GONZALEZ



PROTESTA EN LOS DOMICILIOS

La manifestación se ha dado por desconvocada sobre las 20 horas, aunque el mismo colectivo Vaga Feminista ha organizado una acción de protesta para las 21 horas de este mismo lunes desde los domicilios, con el objetivo de que "mujeres que se sienten más seguras sin salir de casa" a causa del Covid-19, puedan participar de la protesta.

La acción consistía en decorar los balcones de las casas con elementos lilas o banderas feministas, "en apoyo a las trabajadoras esenciales", y en hacer ruido y luces para recordar la brecha salarial que sufren las mujeres, también en servicios como la sanidad y los cuidados.

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