La madrugada del 10 de abril, la Guardia Urbana de Barcelona sancionó a 280 personas por saltarse el toque de queda, esto es, la prohibición de salir de casa salvo algunas excepciones de peso, entre las 22.00 horas y las 06.00 del día siguiente. Los agentes desalojaron a 333 personas de la vía pública y denunciaron a otras 22 por compartir alcohol en la calle.
Cinco meses después de la entrada del vigor de esta medida restrictiva, centenares de jóvenes siguen celebrando fiestas ilegales en pisos particulares de la ciudad. Metrópoli Abierta acompañó el pasado viernes a cuatro unidades de la policía barcelonesa en una noche de patrulla por Ciutat Vella. Los agentes intervinieron en dos fiestas en domicilios y reprendieron dos pequeñas juergas en dos veleros amarrados en el Port Olímpic.
A continuación les mostramos las imágenes que captó el cámara de Metrópoli Abierta, Pablo Miranzo.