La Guardia Urbana tendrá protección solar este verano. El Ayuntamiento de Barcelona firmó el 14 de abril un contrato para comprar a la compañía Isdin protector solar una cantidad de produto por valor de 72.588 euros. En total, se comprarán 6.382 envases de 100 mililitros a un precio unitario de 9,40 euros, a lo que le habrá que sumar el 21% de IVA.

El índice de protección de la crema solar utilizada debe ser de un 50 o superior y también debe proteger contra la radiación ultravioleta, la visible azul y la infrarroja A. Entre sus características, destacan que ha de ser hidratante y de rápida absorción, no grasienta, apta para pieles normales, sensibles, mixtas, secas, grasas, con acné y atópicas. Asimismo, ha de ser resistente al agua, no alergénica, sin aceites y “respetuosa con el agua del mar”.

A la licitación de este contrato, concurrieron tres ofertas, que ganó la comercial Isdin, la más económica. Esta empresa está presidida por Mariano Puig Guasch, integrante de la saga familiar de perfumerías Puig y del Instituto de la Empresa Familiar.

ROPA DE PAISANO

No es el único equipamiento que recibirán los agentes de la Urbana. El Ayuntamiento ha encargado a El Corte Inglés el pasado 26 de marzo el suministro de vestuario de paisano para los agentes del cuerpo, un equipamiento se utiliza tanto en labores de atención al público como en las de investigación. Como viene siendo tradicional, este suministro se realiza a través de vales que los agentes reciben del consistorio y que pueden cambiar en los locales de El Corte Inglés.

Para ello, se repartirán 170 vales de 400 euros cada uno y 70 vales de 250 euros. Este vestuario es de tres clases: informal, de vestir y deportivo. Los precios de las prendas van desde los 40 euros de una camisa de manga corta hasta los 140 euros de un traje. El encargo costará a las arcas municipales un total de 85.500 euros.

CASCOS MODULARES

El pasado 29 de marzo, el consistorio también firmó otro contrato para el suministro de 460 cascos modulares por un monto total de 200.376 euros. Estos cascos servirán para las patrullas que prestan servicio en escúters con este contrato se pretende reponer todos los cascos que tienen los agentes y que presentan deterioro, así como dotar a las nuevas promociones del equipamiento.

Los cascos, de color blanco en su gran mayoría (sólo un 15% serán negros), han de estar fabricados en fibra de vidrio y han de ser abatibles, permitiendo la apertura desde el mentón hacia la zona superior a través de un sistema mecánico. Han de tener tres viseras: la principal, la interior, que actúa como sistema de doble vidrio, y visera para el sol. Los forros interiores han de ser de material espumoso y fabricados en un tejido que permita una buena transpiración y se exige un certificado conforme ninguno de los materiales son nocivos para la piel. Su peso máximo no puede sobrepasar los 1.750 gramos y las tallas oscilan entre 52 y 64 centímetros.

CHALECOS ANTIBALAS

Cinco firmas acudieron a la licitación de este equipamiento, que finalmente fue adjudicado a Closa Sebastià, una empresa familiar de Terrassa que el pasado 30 de noviembre se hizo con otro contrato similar de suministro de cascos, aunque por un importe de 42.347 euros. Esta firma es también una asidua suministradora de diverso material a la Consejería de Interior, a la que ha surtido de material para hacer tests de alcoholemia, mantas para presos, gel hidroalcohólico o guantes de vinilo.

Finalmente, el consistorio compró también a finales de marzo un total de 458 chalecos antibala por valor de 230.129 euros. Para este contrato sólo hubo un licitante, la Fábrica Española de Confecciones SA (FECSA), una empresa que es suministradora habitual de este tipo de equipamiento y que ya el año pasado vendió chalecos similares a Barcelona. Este equipamiento consta de un chaleco interior antibalas y una funda externa, con paneles balísticos en la espalda y que permite poner también paneles similares en la zona frontal.

FECSA ha suministró ya una partida de chalecos antibalas a la Guardia Urbana de Barcelona a mediados del año pasado por casi 121.000 euros. También había vendido material similar en 2018 y 2015. Esta firma, radicada en San Sebastián de los Reyes, es propiedad de Fausto Loren, un empresario que dispone de un pequeño holding de empresas que venden material de protección a cuerpos de bomberos, grandes corporaciones (como Correos y Cruz roja) o protección civil, pero también ropa militar a los Ejércitos de 15 países.

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