La gerencia del área de Economía del Ayuntamiento de Barcelona destinará casi 70.000 euros a la creación de una oficina técnica de coordinación y a un proyecto marco del plan de dinamización sociocomercial de la avenida del Paral·lel (PDCD) y su entorno. Con ello, calcula que podrá paliar en alguna medida los estragos que la pandemia ha causado en el tejido comercial de la ciudad. Durante los últimos meses, representantes del consistorio han mantenido “reuniones clave con actores vinculados al ocio, la cultura y el turismo. Estos tres sectores son susceptibles de mantener intersección directa con la dinamización comercial. También actores vinculados al comercio que no hayan participado en el proceso participativo anterior. El objetivo era confirmar y validar el contenido o ampliar y perfilar la visión”.
Así se recoge en un documento del consistorio, que parte de la base de que la dinamización comercial del Paral·lel “pasa por articular acciones a nivel de la avenida en el barrio, ya que la permeabilidad con las dinámicas de los barrios de los alrededores es más que evidente. Hemos de captar y tener en cuenta las diferentes realidades, demandas y necesidades de las personas y comunidades de las dos orillas del Paral·lel”.
RECUPERAR LEGADO HISTÓRICO
Pasados los tiempos en que la avenida que une el mar con la plaza de Espanya era la vanguardia de la producción cultural y de espectáculos de toda España, la deficiente promoción desde las administraciones y, especialmente, la crisis del covid acabaron de dar la puntilla a un sector que de tener reunidos en pocos centenares de metros a los mayores templos de la cultura de Barcelona -como el Arnau y El Molino- pasó a gestionar una especie de senda de los elefantes donde quedan sólo los esqueletos de lo que fueron espléndidos teatros. Era, además, un sector que dinamizaba el comercio y la restauración en todo el entorno.
“En primer lugar, el plan ha de saber incluir el legado histórico de la avenida y la identidad cultural y escénica de esta. Dará visibilidad al global de los negocios, organismos, establecimientos y entidades vinculados a las artes y a la cultura, incluyendo tanto los grandes teatros y equipamientos, como salas de exposición, conciertos, talleres de artistas, galerías y artes visuales. El plan impulsa esta identidad en cultura como herramienta de dinamización del territorio, de las comunidades y del comercio”, reseña el informe citado.
CUIDAR LOS PRODUCTOS
A partir de ese leit motiv, los responsables municipales apuestan por unir diferentes sectores, “para crear vínculos con el entorno y el territorio”. Y en esa deriva, se potenciarán a los artesanos y a todos aquellos establecimientos “que cuidan los productos que ofrecen. Potenciar estos productos y aumentar la visibilidad es clave. Potenciar también la actualización de los establecimientos de la zona en comunicación y experiencia de usuario tanto de compra como del espacio físico”.
El gancho del Paral·lel va dirigido a “los visitantes locales, nacionales e internacionales” porque “pueden ser una oportunidad para el comercio y la economía local. Pero no siempre se aprovecha esta sinergia para promocionar un tipo de consumo y turismo de acuerdo con los deseos de la ciudad. Es preciso impulsar un modelo de turismo responsable enfatizando el enraizamiento y el interés por el territorio”, subraya el documento municipal.
VARIOS BARRIOS
El Paral·lel abarca varios barrios con características propias. Por un lado, se trata de zonas envejecidas “excepto el Raval, que tiene mayor población registrada en edad activa”. En ese sentido, el de Sant Antoni es el más envejecido. Pero el distrito tiene otra particularidad: Raval y Poble-sec son los barrios con más población extranjera. Paralelamente, el Raval es el barrio con menos nivel formativo de Barcelona, seguido de Poble Sec. Y en cuanto a paro, “Sant Antoni y Hostafrancs tienen el paro por encima de la media de la ciudad. El Raval es el que más desempleo tiene y Poble Sec también está por encima de la media. Y donde hay más paro de larga duración es en Poble Sec”.
EN PRUEBA POR DOS AÑOS
Por último, el Poble-sec tiene sólo el 65% de los locales activos, mientras que Sant Antoni tiene el 85%. A nivel cualitativo, se quiere “impulsar y dar visibilidad al tejido local, cultural y comercial vinculado con la historia del territorio y adaptado a las necesidades actuales; y reforzar una visión e identidad holística del territorio que impulse una identidad conjunta de la zona del Paral·lel y la consolide como destino”.
Se trata, como recogen los informes municipales, de “dinamizar la avenida” y para ello se han de gestionar proyectos muy específicos que creen flujos entre barrios. “Es necesario tener en cuenta las iniciativas locales y ser capaces de integrarlas en un proyecto común”, dicen los informes. Para impulsar este plan, el Ayuntamiento ha contratado a una unión temporal de empresas denominada AQMM, compuesta por Afra Quintanas y Marc Monguilod, dos despachos especializados en comunicación. En el plazo de dos años, “se hará una evaluación y en función de los resultados, se decidirá la continuidad del proyecto”.