La eléctrica de Ada Colau no arranca. Casi tres años después de la puesta en marcha de la comercializadora pública, la empresa acumulaba el pasado enero unos 2.800 clientes privados, según los datos del propio Ayuntamiento. Ese mismo mes, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica Eloi Badia dio la cifra de 2.700 en el pleno del Área Metropolitana de Barcelona. Cuando se puso en marcha, el Ayuntamiento decía que llegaría a 20.000 abonados, una cantidad que a día de hoy todavía queda muy lejos y que era el máximo fijado por la ley estatal al tratarse de una iniciativa pública.

Fuentes del sector eléctrico estiman que la mayor parte de los clientes son públicos, es decir el propio Ayuntamiento, empresas, institutos y otros organismos del conglomerado municipal. En el citado pleno metropolitano de enero, Badia añadió que si se contabilizaba lo público la cifra de clientes ascendía a más de 7.000. Pero ni en este sector todos optan por la eléctrica. En 2019, un cliente tan importante como Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) contrató la electricidad a Gas Natural, por un valor de 46 millones para los años 2020 y 2021, en lugar de inclinarse por la empresa impulsada por los comunes. En el sector se consideran muy bajos los resultados obtenidos estos años.

MÁS CARA QUE LA COMPETENCIA

La compañía tampoco destaca por sus precios competitivos y no figura en la comparativa con las mejores ofertas elaborada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y que fue recogida por diversos medios. Las mejores ofertas para los ciudadanos barceloneses son de IberdrolaEndesa. En el listado de la CNMC sí que sale otra eléctrica municipal, la del Ayuntamiento de Cádiz, que encabeza José María González Kichi. La empresa gaditana es una alianza entre el consistorio (55%) y Endesa. Badia, en cambio, considera que su eléctrica es una de las que tiene los precios más competitivos y defiende que Barcelona Energia es la que más crece en España, dijo en el pleno metropolitano de enero en declaraciones recogidas por Crónica Global.

En un intento de ganar clientes, la eléctrica de Colau ha rebajado precios y ha creado tarifas específicas para empresas y autónomos. El pasado junio, el Ayuntamiento anunció una rebaja del 8% en el precio en las cuotas fijas, lo que se traducirá, decía el consistorio en una nota de prensa, en un ahorro para las familias de entre 40 y 60 euros anuales. También ha invertido 250.000 euros en publicidad, avanzó el diario.es. Pero ni así ha remontado el vuelo.

El concejal Eloi Badia, uno delos impulsores de la eléctrica de Colau / CG 



LA LUZ MÁS CARA EN LOS MERCADOS MUNICIPALES

Hace unos días, Metrópoli ya se hizo eco de una denuncia de ERC que aseguraba que en algunos mercados había visto ofertas de otras empresas, con precios más competitivos y "diferencias muy importantes" respecto a la comercializadora municipal. El concejal Jordi Castellana decía que, en distintos mercados de la ciudad, han podido comprobar que los paradistas pagan más luz que años atrás. Para Castellana, la eléctrica municipal no es "competitiva" en precios en los citados equipamientos.

Junto a los mercados municipales, la eléctrica de Colau nutre de energía a los cementerios de la ciudad, las estaciones del Bicing, el alumbrado y la vivienda pública. Entre los últimos clientes que han contratado a Barcelona Energia figuran el MNAC y la red de Ecoenergies. A finales de 2020 había hasta 4.700 puntos de suministro eléctrico en edificios o instalaciones públicas. El Ayuntamiento cifra en 1,3 millones el ahorro en gasto público solo en Barcelona.

APROBACIÓN EN EL PLENO DE MARZO DE 2017

La creación de la eléctrica se aprobó en el pleno municipal del 31 de marzo de 2017, con el apoyo de todos los grupos municipales excepto el PP, que se abstuvo. Barcelona Energia, como se bautizó la iniciativa de los comunes, se puso en marcha a través de la empresa pública de tratamiento de residuos Tersa, participada por el Ayuntamiento de Barcelona (59%) y el Área Metropolitana de Barcelona (41%).

En un escrito del pasado marzo presentado en el comisión de Ecología, Urbanismo Infraestructuras y Movilidad, el concejal de Ciutadans, Celestino Corbacho, decía que "la incineración no es una energía limpia por la contaminación que produce en dioxinas y furanos. Los residuos no se pueden considerar energía verde", argumentaba el exalcalde de L'Hospitalet sobre la eléctrica de Colau. Ciutadans también recordaba que distintas asociaciones vecinales y ecologistas sostienen que la energía que suministra la eléctrica de Colau y Badia no es renovable y que por este motivo la comercializadora se ha visto obligada a acudir a la CNMC para comprar energía renovable sostenible procedente de los recursos naturales.

Ada Colau y Eloi Badia en una rueda de prensa sobre la eléctrica / EFE 



ENERGÍA NEGRA PARA EL PERIODISTA JOSÉ LUIS GALLEGO

En 2018, el periodista ambiental José Luis Gallego aseguraba que la energía que producía la eléctrica de Colau no era limpia. Lo explicaba a la perfección en un artículo de opinión en el diario.es titulado Quemar basura no genera energía limpia. "La incineración de basuras no es una fuente de energía limpia y renovable, sino todo lo contrario: es energía negra", escribió Gallego sobre la eléctrica municipal. El divulgador iba más allá en su crítica y afirmaba que fue "un grave error estratégico" del Ayuntamiento de Barcelona "anunciar a bombo y platillo" que la ciudad se iba a abastecer de energía limpia. "Es falso", sentenció el periodista.

Por contra, Barcelona Energia asegura que comercializa "electricidad cien por cien de origen renovable, certificada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, mediante el sistema de garantías de origen. Estas garantías certifican oficialmente y por un órgano independiente tanto el origen de la energía comercializada por Barcelona Energía como que es cien por cien renovable". Según el Ayuntamiento, la energía de Barcelona Energia "proviene de la planta metropolitana de biogás, un gas combustible que se genera por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica, ubicada en la Vall d’en Joan, y de todas las instalaciones fotovoltaicas del Ayuntamiento de Barcelona. El resto de energía que necesita para cubrir la demanda la adquiere a otros productores renovables a través de licitación pública, tal como obliga la legislación vigente". 

CIUTADANS PIDE UN INFORME

El pasado mes de marzo, el partido naranja pidió en comisión la elaboración de un informe sobre la comercializadora. La formación de Mariluz Guilarte reclama saber el número de abonados, las tarifas, el coste de compra de energía limpia y de la certificación de la CNMC, así como el balance anual, la aportación pública y la viabilidad económica de la firma. Si se cumple el calendario, el documento se debería hacer público en menos de una semana. Fuentes municipales confirman que se está trabajando en la actualización de los datos de la eléctrica para los próximos días.

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