Corbacho: “Colau debería pedir perdón por su gestión de la vivienda”
El número tres de la candidatura de Valls teme un tripartito entre ERC, Comuns y PSC en Barcelona
8 mayo, 2019 00:00Noticias relacionadas
Celestino Corbacho (Valverde de Leganés, Badajoz, 69 años) fue una figura histórica del PSC-PSOE. Alcalde de l’Hospitalet de Llobregat entre 1994 y 2008 y ministro de Trabajo e inmigración con José Luis Rodríguez Zapatero (entre 2008 y 2010), abandonó su militancia socialista en enero de 2018. Hoy forma parte de la candidatura de Manuel Valls como número tres de una lista transversal que tiene el apoyo de Ciudadanos.
¿Por qué motivos pasó del PSC a Cs?
Quiero aclarar, en primer lugar, que ahora no pertenezco a ningún partido. El principal motivo de mi salida del PSC fue el proceso soberanista que vive Cataluña desde septiembre de 2017. Yo no entiendo una ideología como una secta ni un partido como una iglesia.
Siempre será recordado como ministro de Trabajo con Zapatero y, sobre todo, como alcalde de l’Hospitalet.
Sí, y estoy muy orgulloso de esos 14 años como alcalde de l’Hospitalet. Siempre estaré agradecido a los electores y muy orgulloso de esa etapa. Intenté, en la medida de lo posible, contribuir y hacer una gestión más cerca del éxito que del fracaso.
¿Por qué forma parte de la candidatura de Manuel Valls?
Manuel Valls me hizo una propuesta para entrar en su candidatura como independiente, a finales de 2018. Acepté la propuesta con una particularidad, que fuera transversal, porque su candidatura me motivaba. Además, no me siento en las antípodas de Ciudadanos, pero, a la vez, no estoy obligado a una militancia de partido. Tengo libertad y si no estoy de acuerdo con algo de la candidatura, lo expresaré desde el respeto.
"Me fui del PSC por el proceso soberanista que vivió Cataluña. Yo no entiendo una ideología como una secta ni un partido como una iglesia"
¿Qué le une a Manuel Valls?
Los dos hemos militado en la socialdemocracia, nuestra gran referencia política. Las ideas que tenemos no son excesivamente diferentes: el compromiso con la vivienda y la recuperación del liderazgo económico son dos puntos que nos unen. Valls, además, fue ministro de Interior y yo introduje el concepto de tolerancia cero con la delincuencia en L’Hospitalet. La seguridad es el aspecto en el que más sintonizamos.
¿Es Manuel Valls el mejor candidato para Barcelona?
Manuel Valls tiene capacidad de gestión, las ideas muy claras, no tiene prejuicios y sabe priorizar los hechos. Él puede garantizar una gestión interna fiable, una ciudad con mayor seguridad y espacios más seguros. Valls también garantiza que Barcelona pueda mirar al mundo. Barcelona no puede permitirse el lujo de ser una ciudad encerrada en sí misma.
¿Cómo valora la gestión de Colau como alcaldesa de Barcelona?
La actual alcaldesa prometió 8.000 viviendas y solo ha construido 800. Su mandato no ha tenido relato. Colau debería pedir perdón por su gestión de la vivienda. Tampoco ha sabido liderar la gestión del tren de alta velocidad de la Sagrera, ni el barrio de la Marina ni el espacio del 22@. El balance de su gestión es muy negativo. Por otro lado, Colau ha perdido varios concejales porque no ha sabido combinar los dos fenómenos básicos: la continuidad y la renovación.
¿La campaña electoral debería priorizar las necesidades de Barcelona al debate identitario?
Por supuesto. La capital catalana tiene que ser el foco y Ada Colau no lo ha gestionado así. Está más preocupada por los lazos amarillos que de los problemas reales de la ciudad. Hay que potenciar Barcelona y una de las maneras para conseguirlo era y es el Mobile World Congress. ¿Qué hizo ella al aterrizar en el ayuntamiento? Quiso liquidarlo pero se dio cuenta de que era un grave error.
¿Qué valoración hace del resultado de las elecciones generales?
En las elecciones generales hubo una alta participación que no se repetirá en las municipales. Vox, además, estuvo muy presente en la campaña electoral. Esta formación tuvo mucho más protagonismo del deseado, pero el resultado no se acercó a las previsiones más optimistas de la ultraderecha. El resultado de Vox, con 24 diputados, la mayoría procedentes del PP, ha sido un gran fracaso. Ciudadanos, por su parte, ha tenido un resultado excelente (57 diputados). El PSOE y Ciudadanos han sido los grandes ganadores.
¿Collboni, como candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, es el gran beneficiado del resultado de las generales?
Collboni puede atraer a los votantes progresistas y catalanistas. Valls, en cambio, puede ser un alcalde más transversal y puede beneficiarse del llamado voto útil, más allá de la ideología. Es el candidato perfecto para quien busca una alternativa en la ciudad, para quien defiende un cambio real en la alcaldía de Barcelona.
Valls no tiene muchas opciones de pactos postelectorales.
Valls ha recalcado que, en ningún caso, será el alcalde de Barcelona si tiene que pactar con el independentismo y el populismo. Es decir, no pactará con Colau ni con Maragall. Vamos a esperar a los resultados. A Elsa Artadi no la he mencionado porque ha dicho que no hará alcaldesa a Colau y porque no podrá formar un gobierno municipal con Maragall.
"Valls ha recalcado que en ningún caso será el alcalde de Barcelona si tiene que pactar con el independentismo y el populismo"
¿El futuro de Barcelona pasa por un tripartito entre Esquerra, Comuns y PSC?
No lo descarto. La suma de las tres formaciones sí garantizaría una mayoría absoluta en Barcelona, pero nosotros aspiramos a ser la lista más votada.
¿Qué opina sobre Albert Batlle, número tres del PSC?
Coincidí con él entre 2010 y 2015, presidiendo la comisión de interior. La relación entre ambos es personal y estrecha por nuestro pasado en el PSC. No tengo nada negativo que decir, es una persona que su historia lo avala con sus conocimientos.
Solo usted y Collboni defienden una Barcelona metropolitana.
Así es. Los independentistas nunca se encontraron a gusto con el área metropolitana, despreciada ya por Convergència i Unió. Jordi Pujol intentó su desaparición con la ley de ordenación del territorio. El PSC y Valls son las únicas opciones comprometidas con una Barcelona metropolitana, más allá de los 10 distritos de la ciudad.
Barcelona es la gran víctima del proceso soberanista. ¿Puede ser también la solución?
El gran problema es que la sociedad barcelonesa está dividida. Esto no pasaba antes porque había un espacio común que se ha roto en Barcelona y Cataluña. Hoy paso por delante de la sede de la Generalitat y la veo llena de lazos amarillos. Yo también pago la Generalitat y TV3 y estas actitudes se tendrían que corregir porque no representan al conjunto de los catalanes. Espero que la solución al proceso soberanista llegue pronto para podernos quitar tanta presión ambiental.
¿Cuál será el primer consejo que le dará a Manuel Valls si es alcalde de Barcelona?
Que sea inflexible en materia de seguridad y acabe con el top manta en 90 días, porque Barcelona no puede ser el escaparate de las marcas falsas. En este tema debemos ser sensibles con las personas que son explotadas. Detrás de ellos, hay una historia humana. También le recomendaré que asuma el liderazgo de la Guardia Urbana y, por supuesto, que visite otras instituciones para comunicarles que Barcelona volverá a ser una ciudad abierta a todo el mundo.