El pasado 30 de abril la familia de Xavi Cayuela vivió una auténtica tragedia. El joven, de 19 años de edad, estaba trabajando en la fábrica textil Cidac, de Cornellà del Llobregat, cuando murió a causa de la rotura de un sistema de seguridad.
El entorno del fallecido se concentró el pasado jueves, 13 de mayo, frente a la empresa en una manifestación pacífica organizada por la CGT y 12 asociaciones más. Centenares de personas acudieron al encuentro al grito de "¡No es un accidente, es un asesinato!" y reclamando "justicia" por la muerte de Xavi.
CONCENTRACIÓN TRANQUILA
Francisco Marín, el familiar que hizo público el caso a través de las redes sociales, pidió en un comunicado de la familia que fuese una concentración "tranquila y respetuosa". Según cuenta Marín, la madre de Xavi, Rosi, hizo un "gran esfuerzo para asistir a la concentración" y necesitaba "espacio" para saber llevar la situación.
Toda la familia y conocidos se ha mostrado muy agradecido con los asistentes y con las organizaciones implicadas. En la manifestación no tan solo denunciaron el caso de Cayuela, sino que se protestó por las "condiciones infrahumanas" a las que se someten los trabajadores de Cidac.
FALTA DE SEGURIDAD
Los sindicatos han denunciado que las circunstancias de la empresa eran "propias del S.XIX". Hacen referencia a jornadas de "hasta 14 y 15 horas, presencia de ratas e instalaciones insalubres".
Además, han denunciado que había una "falta de seguridad de la maquinaria", ya que el fallecido ya había advertido "del mal estado del aparato que le engulló". Joaquín Marín, secretario de comunicación de CGT Baix Llobregat, ha añadido que "los sistemas de seguridad no se rompen sin más" y critica que hayan "incentivos por mayor producción" porque "se aprovechan de los jóvenes".
QUEJAS A LA ADMINISTRACIÓN
Pese a que la protesta se centralizó a las puertas de Cidac, los manifestantes terminaron en el Ayuntamiento de Cornellà por no "haberse pronunciado por lo ocurrido". Según cuenta la familia, tan solo les "facilitó un teléfono" pero todavía no les han dado "ninguna solución".
Además, añaden que tampoco han recibido respuestas por parte del Ayuntamiento de Roda de Berà –lugar de residencia habitual del joven–, ni de L'Hospitalet de Llobregat –donde vivía actualmente–, a pesar de "haberles escrito constantemente".