Se reactiva la vigilancia y las multas a los infractores del carril bus. Durante los primeros años 2000, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y la Guardia Urbana patrullaban en los carriles bus de la ciudad en dos coches de TMB con cámaras para sancionar la invasión de la vía reservada. En cuatro años, entre 2004 y 2008, se pusieron más de 130.000 denuncias. Otra cosa es si se llegaron a cobrar. Posteriormente, el servicio se desactivó y después se limitó a informar. En 2017, TMB compró otro vehículo y lo equipó con tecnología para reconocer matrículas. Estos años, el coche ha tenido un efecto disuasorio. Cuando se tenga la autorización de la comisión de videovigilancia de la Generalitat, se volverá a multar. 

Fuentes del servicio de prensa TMB explican que el proyecto actual da continuidad al implantado hace unas dos décadas, pero con una tecnología nueva y mucho más moderna, de tipo OCR. El único coche que vigilará los carriles bus de Barcelona, unos 200 kilómetros, es un Nissan Leaf 100 por 100 eléctrico. Hace unos meses, la empresa metropolitana licitó un contrato, por 52.816,50 euros, que fue adjudicado a la empresa Tradesegur, especializada en sistemas de seguridad ciudadana para desarrollar el método para cazar a los infractores. La intención de TMB es que en un futuro sean dos los coches que acaben circulando.

FOTOMULTAS

Es un sistema muy sencillo. Funcionará con fotomultas. El vehículo identificará las matrículas de los coches o motos que están cometiendo una infracción y se aplicará la correspondiente sanción", explica la regidora de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona y presidenta del TMB, Rosa Alarcón. "Ahora no es necesario que en el coche vaya un agente de la Guardia Urbana. La delegación de las competencias sancionadoras, en este caso, son del área de Movilidad. Movilidad lo que ha hecho es hacer el encargo a TMB a través de la firma de un convenio. Se ha garantizado desde el punto de vista legal y lo que hacemos es cumplir el procedimiento sancionador establecido. Éste es el sistema correcto para hacerlo".

Según Alarcón, por ahora no hay una fecha concreta de la entrada en servicio del vehículo. "Aún no tenemos autorización de la comisión de videovigilancia de la Generalitat. El vehículo todavía no se ha puesto en marcha. Lo que se ha hecho hasta ahora es hacer todo el procedimiento administrativo. Ahora que ya tenemos toda la parte administrativa del Ayuntamiento, hemos pedido la autorización a la comisión de videovigilancia. Cuando la comisión de videovigilancia nos dé la autorización, el vehículo empezará a funcionar".

MEJORA DE LA VELOCIDAD COMERCIAL

Detrás de la reactivación de la vigilancia se busca garantizar la exclusividad del carril para los buses -principalmente de TMB- y taxis. El uso para el resto de vehículos está prohibido por normativa municipal, incluso para las motos. Desde prensa de TMB aseguran que si los carriles de bus están libres, la velocidad comercial de los autobuses mejorará y se podrá dar un mejor servicio a los usuarios. El vehículo se ve sobre todo por las grandes avenidas, como Diagonal o las calles del Eixample.

El principal obstáculo con el que se encuentran los conductores son los coches que paran en el carril porque obligan a buses de 12 o 18 metros a sortear al turismo. Además de ralentizar la velocidad del bus, se producen accidentes por las maniobras que hacen los chóferes para cambiar de carril o se bloquea el acceso a las paradas, dificultando la subida y la bajada de los usuarios. 

CONVENIO ENTRE TMB Y EL AYUNTAMIENTO PARA TRAMITAR LAS DENUNCIAS

La comisión del gobierno del Ayuntamiento de Barcelona del pasado 6 de mayo aprobó el citado convenio entre Transports de Barcelona (la empresa de bus de TMB) y el consistorio para la gestión de las denuncias derivadas de las infracciones cometidas en los carriles bus detectadas por el sistema de captación dinámica de vehículos [ver aquí, punto 37]. Según TMB, se han estado resolviendo aspectos jurídicos y operativos para continuar con la vigilancia incorporando las denuncias. La empresa espera que la presencia del coche tenga un efecto disuasorio y no sea necesario sancionar. La competencia sancionadora la tiene el Ayuntamiento, así como la tributaria, añade TMB. Las multas pueden oscilar entre los 100 y 200 euros.

Un bus de TMB circula por la calle de la Indústria / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA



Fuentes conocedoras del proyecto aseguran que el servicio dejó de funcionar con Xavier Trias de alcalde y con Joan Delort como gerente de Seguridad del Ayuntamiento. "Los agentes dejaron de ir en el coche por una reestructuración de los efectivos de la Urbana. Sin policías no se podía sancionar y cuando volvió a salir lo hizo como efecto disuasorio. Ahora el nuevo sistema funciona con un lector. Es mucho más rápido". Las citadas fuentes subrayan que todavía no ven claro que el servicio acabe funcionando bien por las dudas que puede generar que no sea un agente de la autoridad quien tramite la denuncia, el volumen de trabajo administrativo que supondrá y posibles vulneraciones por las imágenes tomadas. 

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