Pintar los tejados de blanco y hacer más zonas verdes mitigaría los efectos de las olas de calor en las ciudades y reduciría hasta en 4,7ºC la temperatura diurna, según un estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB).

El trabajo, que ha evaluado la efectividad de diferentes soluciones urbanas para reducir la temperatura en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), advierte que la frecuencia e intensidad de las olas de calor está aumentando debido al cambio climático, con un gran impacto negativo en la salud y la mortalidad.

REDUCCIÓN DE LAS TEMPERATURAS

El estudio, que publica la revista Urban Climate, demuestra que la aplicación combinada de pintar los tejados de blanco y poner más zonas verdes permitiría conseguir la mayor reducción de la temperatura.

Liderado por la investigadora del ICTA-UAB Gara Villalba, el estudio simuló diferentes escenarios de mitigación a partir de soluciones como la creación de tejados fríos en las cubiertas de los edificios, o el incremento de las áreas verdes de acuerdo con los objetivos del Plan Director Urbanístico (PDU) del AMB.

TEJADOS BLANCOS EN BARCELONA

Los cuatro escenarios analizaban los efectos de aumentar el albedo hasta un 0,85% pintando de blanco los tejados, preferiblemente los planos y más accesibles; incrementar las zonas verdes con un riego diario de dos litros/m2; con un riego superior de 5 l/m2; y un último escenario combinando los techos frescos con la creación de zonas verdes con riego de 5 litros por metro cuadrado.

Los resultados muestran que el escenario que combina las dos estrategias es el que tiene mayor impacto, con una reducción media de la temperatura de 1,26ºC.

INCREMENTO DE ZONAS VERDES

Aumentar las zonas verdes reduce la temperatura en menor medida, aunque tiene mejores resultados en el escenario con mayor riego. "Cuando se incrementa la irrigación, la reducción de temperatura diurna mejora notablemente gracias al efecto de enfriamiento causado por la evapotranspiración", ha detallado Joan Gilabert, primer autor del estudio.

"Combinar los beneficios de reducir la temperatura durante la noche con el aumento del verde urbano, con la reducción del calor diurno gracias al aumento del albedo y la irrigación, combate los efectos de la ola de calor durante 24 horas", ha señalado Sergi Ventura, coautor del estudio.

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