Las distancias entre Barcelona en Comú y PSC en el Ayuntamiento son cada vez mayores. El último capitulo que ha tensado más la cuerda es el Hermitage, con Jaume Collboni claramente a favor del proyecto y el partido de Ada Colau en contra. Los socialistas temen que una negativa al museo acabará en los tribunales y puede tener graves consecuencias económicas para la ciudad ante la posibilidad de tener que afrontar una indemnización millonaria, como ya explicó hace unos meses Metrópoli. El PSC se ha puesto entre ceja y ceja evitarlo, explican fuentes conocedoras de las negociaciones.
Este sábado, el Port de Barcelona emitió un comunicado en el que explicaba su intención de aprobar el proyecto del Hermitage el próximo miércoles en el consejo de administración del Port y anunciaba una alianza entre el Hermitage y el Liceu para desarrollar en la nueva bocana del Port "un gran hub cultural del mar", o lo que es lo mismo un centro cultural multidisciplinar y transversal, "dotado de un carácter diferencial y con un fuerte componente local y arraigado a la ciudad, uniendo la enseña del Liceu al proyecto".
VISTO BUENO DEL PORT EL PRÓXIMO MIÉRCOLES
Esta alianza entre el Hermitage y el Liceu se ha trabajado de forma muy "discreta" durante el último mes entre los promotores del museo y el Liceu, y en ella han participado de forma activa representantes de Port y del PSC La propuesta se empezó a fraguar tras el consejo de administración del Port de abril, que sacó del orden día el punto del Hermitage a petición de la representante del Ayuntamiento, la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, totalmente contraria a la instalación del Hermitage en terrenos del Port, para estudiar más a fondo la documentación.
La propuesta busca convencer al Ayuntamiento para que dé el aval al proyecto. Si bien el Port aprobará la concesión al Hermitage este miércoles, "por interés general", el acuerdo queda condicionado a la firma de convenio entre el Ayuntamiento y el Port y a recibir la bendición del patronato del Liceu, subraya la autoridad portuaria. Sin embargo, las fuentes consultadas no se atreven a vaticinar cuál será la reacción de Barcelona en Comú tras el lanzamiento del comunicado del Port en un sábado en medio de un puente y a cuatro días del consejo de administración.
LA ALTERNATIVA DE LOS COMUNES, EL EUROPEAN URBAN TECH
Los comunes trabajan en una alternativa al Hermitage para los terrenos del Port, situados junto al Hotel Vela. Se trata del European Urban Tech, un edificio-faro para abordar la transformación ecológica y tecnológica de las ciudades. El proyecto buscaba el aval del Port, pero tras el comunicado del sábado de la institución que encabeza Mercè Conesa, las preferencias de la autoridad portuaria son claras: el Hermitage. De hecho, siempre ha sido así.
Hasta el próximo miércoles, cuando se celebre el consejo de administración, las conversaciones y reuniones proseguirán. Incluso no se descarta que pueda haber algún pronunciamiento público por parte de algún alto cargo municipal, en un sentido u otro, y de entidades ciudadanas apoyando la iniciativa. Fuentes conocedoras de la situación defienden que la alianza entre el Hermitage y el Liceu es una proyecto de ciudad atractivo y remarcan la indemnización millonaria a la que se enfrenta el Ayuntamiento de seguir vetando el proyecto sin motivo.
CUMPLE CON TODOS LOS REQUISITOS LEGALES
El Hermitage en el Port de Barcelona cumple con todos los requisitos legales. El abogado Jordi Cabré, que ha trabajado en el Port de Barcelona, lo explicaba perfectamente hace unos días en el programa No ho sé de Rac 1. "Al Ayuntamiento este proyecto no le gusta, pero una cosa es que no te guste y la otra es si cumple con todas las condiciones, y resulta que [el Hermitage] las cumple todas. Cuando tienes un expediente de este tipo lo que tienes que hacer es resolverlo. O Sí o No. Y si dices que No lo tendrás que argumentar. Y si cumple con todas las condiciones, la argumentación es muy difícil". Hasta ahora, el Ayuntamiento no ha resuelto el caso a nivel administrativo, que es como debe avalar o rechazar un proyecto una Administración pública.
El Hermitage es una concesión administrativa que está avalada por un Plan especial urbanístico aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. El 27 de abril de 2018, el pleno municipal dio el visto bueno al citado Plan especial urbanístico para destinar el solar de la nueva bocana del Port a un equipamiento cultural y que garantiza que la propuesta cumple con todos los requisitos legales. Los grupos de la oposición se lo han repetido por activa y pasiva a la alcaldesa para evitar que el caso acabe en los tribunales y le han pedido que firme el convenio con el Port para sacar adelante el Hermitage.
400 PUESTOS DE TRABAJO
La negativa de los comunes al proyecto se hizo evidente de forma clara a principios de 2020. Los tenientes de alcaldía Janez Sanz y Joan Subirats exhibieron cuatro informes, que costaron unos 42.000 euros, contrarios a la iniciativa. Alegaban, entre otros motivos, que el Hermitage provocaría numerosos problemas de movilidad en la Barceloneta. Con posterioridad, el Port de Barcelona presentó hace unos meses modificaciones a los planes iniciales para contentar a los comunes. Pero ni así se llegó a un acuerdo. Recientemente, Subirats ha explicitado de nuevo la necesidad de buscar un emplazamiento distinto al puerto.
Si finalmente se hace, el Hermitage generaría 400 puestos de trabajo y tendría un retorno de unos 300 millones de euros. Detrás del equipamiento está la sociedad Museo Hermitage Barcelona, formada por el fondo de inversión Varia Hermitage Barcelona (80%) y Cultural Development Barcelona (20%), mercantil del empresario ruso Valery Yarolaski y del arquitecto Eugenio Ujo Pallarès. El vecindario de la Barceloneta está, en general, a favor del proyecto.