El museo Hermitage en el Port de Barcelona cumple con todos los requisitos legales y se debe construir en la nueva bocana del puerto, donde está previsto desde el principio. Metrópoli Abierta lo explicó en un artículo el pasado noviembre. En él, decía que el proyecto, de no levantarse en el Port, podía acabar en los tribunales y tener unos costes altísimos para el Ayuntamiento -si la justicia falla a favor de los promotores- y el mismo Port, que es quien tiene la última palabra. La indemnización podría rondar los 150 millones de euros.

Este miércoles, tras más de un año de oponerse públicamente al Hermitage, aunque sin emitir ninguna resolución administrativa contraria, Ada Colau se abrió a negociar con el Port para desencallar el museo. Horas antes, el miércoles por la mañana, el Ayuntamiento había solicitado al consejo de administración del Port, del que forma parte, aplazar un mes el debate y la votación del proyecto para estudiar a fondo la documentación. La petición llega tras nueve años desde que se conoce que se quiere hacer el Hermitage en el Port. 

LA ABOGACÍA DEL ESTADO DICE QUE SE TIENE QUE HACER

Pero, ¿a qué se debe el cambio de posición del Ayuntamiento de Barcelona? En distintas informaciones, este medio ha explicado que un informe de la Abogacía del Estado concluye que el proyecto debe hacerse. El documento ha sido estudiado por los servicios jurídicos municipales y la preocupación es importante porque deja en un punto delicado la negativa al proyecto mantenida hasta ahora por Colau, han informado fuentes conocedoras de la situación.

El abogado Jordi Cabré, que ha trabajado en el Port de Barcelona, lo explicaba perfectamente este miércoles por la noche en el programa No ho sé de Rac 1. "Al Ayuntamiento este proyecto no le gusta, pero una cosa es que no te guste y la otra es si cumple con todas las condiciones, y resulta que [el Hermitage] las cumple todas. Cuando tienes un expediente de este tipo lo que tienes que hacer es resolverlo. O  o No. Y si dices que No lo tendrás que argumentar. Y si cumple con todas las condiciones, la argumentación es muy difícil". Hasta ahora, el Ayuntamiento no ha resuelto el caso a nivel administrativo, que es como debe avalar o rechazar un proyecto una Administración pública.

PLAN ESPECIAL URBANÍSTICO AVALADO POR EL PLENO

Fuentes cercanas al proyecto recordaron a este medio en noviembre, y nada ha cambiado desde entonces, que el Hermitage es una concesión administrativa que está avalada por un Plan especial urbanístico aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. El 27 de abril de 2018, el pleno municipal dio el visto bueno al citado Plan especial urbanístico para destinar el solar de la nueva bocana del Port a un equipamiento cultural y que garantiza que la propuesta cumple con todos los requisitos legales. Los grupos de la oposición se lo han repetido por activa y pasiva a la alcaldesa para evitar que el caso acabe en los tribunales y le han pedido que firme el convenio con el Port para sacar adelante el Hermitage.

Cabré teme que esta prórroga que se ha dado tratará de buscar un proyecto alternativo "que guste más al Ayuntamiento" y que puede pasar por plantear una nueva ubicación. El abogado considera que es una barbaridad y recuerda que el lugar idóneo para levantar el Hermitage es la nueva bocana del Port. Al letrado le preocupa sobre todo la legalidad, es decir cómo el Ayuntamiento podrá decir que No a un proyecto que cumple con todos los requisitos legales, tenga otra alternativa de ubicación o no. "Tarde o temprano el expediente se tendrá que resolver y me temo que si todo continua con esta arbitrariedad por parte del Ayuntamiento acabará en los tribunales". Cabré tiene la sensación que este aplazamiento no es para llegar a un acuerdo sino para dar calabazas otra vez al proyecto junto al Hotel Vela. "No es un tema de opinión. Es un proyecto que cumple con todos los requisitos y hay que resolverlo afirmativamente".

CONSENSO EN LA BARCELONETA

En la Barceloneta, el consenso a favor del museo es casi unánime. El vicepresidente de la asociación de vecinos de la Barceloneta, Manel Martínez, ha defendido siempre el Hermitage en el barrio y sostiene que es una oportunidad para la Barceloneta y la ciudad, para convertir la capital catalana de nuevo en una referencia cultural a nivel internacional. "No sólo beneficia a una entidad privada sino a toda la ciudad". También el Gremi d'Hotels de Barcelona, que este miércoles desveló que la pandemia ha supuesto pérdidas en los establecimientos de Barcelona por valor de 2.100 millones de euros, pidió "flexibilidad" a Port y Ayuntamiento para evitar que el Hermitage se vaya a otra ciudad.  

En el programa Bàsics de betevé, el teniente de alcaldía del área de Cultura, Joan Subirats, dijo el miércoles por la noche que el Ayuntamiento "no descarta nada" con el Hermitage, y aseguró que no se está diciendo que No al museo como iniciativa cultural. Subirats volvió plantear otros emplazamientos posibles, como la Antiga Foneria dels Canons, el actual edificio de la escuela de diseño Elisava (que se trasladará a la antigua fábrica de Mercedes del Bon Pastor) o el Teatre Principal de la Rambla, propiedad de la empresa Balaña, y que ahora está cerrado aunque la intención de unos promotores privados es reabrirlo.

INFORMES MUNICIPALES CONTRARIOS

A principios de 2020, los tenientes de alcaldía Janez Sanz Joan Subirats exhibieron cuatro informes, que costaron unos 42.000 euros, contrarios a la iniciativa. Alegaban, entre otros motivos, que el Hermitage provocaría numerosos problemas de movilidad en la Barceloneta. Con posterioridad, el Port de Barcelona presentó hace unos meses modificaciones a los planes iniciales para contentar a los comunes. Pero ni así se llegó a un acuerdo.

EL PORT, A FAVOR

El Port de Barcelona considera que el museo Hermitage "es un proyecto cultural de interés para la ciudad". El Port se basa en la Ley de Puertos, que prevé los usos culturales como "usos prioritarios" en los espacios compartidos por puertos y ciudades. "Ejemplos de este uso cultural son el Museo Guggenheim de Bilbao o el Centro Botín de Santander", ha añadido el Port en un comunicado. También ha valorado positivamente la voluntad de diálogo del consistorio y se ha ofrecido a intensificar las conversaciones para encontrar una solución definitiva.

Si finalmente se hace, el Hermitage generaría 400 puestos de trabajo y tendría un retorno de unos 300 millones de euros. Detrás del equipamiento está la sociedad Museo Hermitage Barcelona, formada por el fondo de inversión Varia Hermitage Barcelona (80%) y Cultural Development Barcelona (20%), mercantil del empresario ruso Valery Yarolaski y del arquitecto Eugenio Ujo Pallarès. 

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