El No definitivo de Ada Colau al proyecto inicial del museo Hermitage se ha gestado en una comisión de gobierno extraordinaria que ha tenido lugar este viernes tras más de cinco horas de pleno municipal. Las comisiones de gobierno tradicionalmente se celebran los jueves. Este 27 de mayo, explican fuentes conocedoras de la situación, se consiguió parar el golpe y ganar tiempo para seguir negociando, pero el acuerdo del Ayuntamiento con el Port y los promotores y entre los propios socios del gobierno municipal no ha sido posible.
Según fuentes cercanas a las negociaciones se ha estado hablando durante buena parte de la noche y este viernes por la mañana, incluso durante la celebración del pleno. Tras la aprobación, el pasado miércoles, de la concesión al Hermitage por parte del consejo de administración del Port con el voto en contra del Ayuntamiento, la posibilidad de llegar a un consenso se complicó notablemente . En Barcelona en Comú, la decisión del Port se ha visto como un ataque frontal y había muchas ganas de "escenificar el malestar", algo que se ha hecho este viernes al denegar el convenio entre el Ayuntamiento y el Port, un paso obligado para sacar adelante la iniciativa, según Sanz.
MALESTAR CON EL PORT
En la comisión de gobierno extraordinaria, los comunes han votado a favor de denegar el convenio y el PSC se ha abstenido, pero no ha votado en contra. Al parecer, en el seno del PSC no ha gustado tampoco que la presidenta del Port, Mercè Conesa, no diera más tiempo al Ayuntamiento para estudiar la propuesta de alianza entre el Hermitage y el Liceu que se anunció el pasado sábado. Este acuerdo, pendiente de desarrollarse, abría una puerta de esperanza a desencallar el proyecto, pero la decisión del Port de no esperarse ha acabado complicando de forma importante las negociaciones.
La teniente de alcaldía del PSC Laia Bonet considera que sus socios de gobierno se han precipitado al denegar el convenio. "No hacía falta que fuera ahora, se podía esperar". Y alerta de las consecuencias que la decisión puede tener en las negociaciones futuras -si es que se producen- y en una posible judicialización del caso, como han advertido en distintas ocasiones los promotores del Hermitage, que consideran que el proyecto cumple con todos los requisitos legales. Bonet ha admitido "discrepancias" con Barcelona en Comú, pero lo cierto es que las relaciones entre PSC y Colau son muy complicadas en distintos ámbitos y ahora se han hecho públicas en un tema que pone en jaque el gobierno de la ciudad.
DE LAS PROPUESTAS ALTERNATIVAS A LOS TRIBUNALES
Con la entrada del Liceu en escena, el proyecto del Hermitage cogía otro aire y se convertía en una propuesta más barcelonesa y transversal. Los comunes no han cerrado la puerta a dar el visto bueno al acuerdo entre el museo y el Liceu, pero insisten que el sitio para el Hermitage no es la nueva bocana del Port, un terreno para el que ven mejor otras alternativas, como el European Urbacn Tech, lo que significa que difícilmente se podrá alcanzar un acuerdo.
Sanz ha emplazado a abrir una nueva etapa de negociaciones a partir del próximo lunes tras cerrar la carpeta administrativa del proyecto inicial del Hermitage, pero habrá que ver si el resto de actores se quieren sentar a la mesa -los promotores quieren el Hermitage en la nueva bocana y no quieren oir hablar de otra ubicación- o si el proyecto acabará en los tribunales, una posibilidad que no hay que descartar.