Las juergas discotequeras sin mascarillas ni distancias de seguridad nunca desaparecieron del todo en Barcelona. Sí lo hicieron durante los primeros meses del estado de alarma. A partir del verano, algunos dueños de locales de ocio nocturno empezaron a jugar con fuego. Esta actitud irresponsable se ha incrementado durante durante las últimas semanas. Han ayudado el fin del toque de queda nocturno y la apertura de bares por las tardes. Una situación que indigna a una parte importante del sector de la noche que sí cumple las medidas sanitarias y sigue cerrado. Varios empresarios de la noche consultados por Metrópoli se preguntan si vale la pena cumplir cuando otros organizan fiestas “de manera descarada” cada fin de semana.
“Te planteas si vale la pena hacer las cosas bien. Mientras otros abren ilegalmente, otros se van arruinando”, resume Carlos (nombre ficticio), un trabajador del ocio nocturno barcelonés que pide mantenerse en el anonimato. Este profesional asegura que existe mucha “impotencia” en el sector. Mientras la mayoría de locales siguen cerrados, unos pocos, que en la mayoría de casos cuentan con restaurante, sirven comidas y bebidas que dan paso a auténticas fiestas en el interior. “Les va muy bien. Ganan dinero ilegalmente, abren más horas que antes y encima no tienen competencia”, señala.
EL RECLAMO DEL RESTAURANTE
Las discotecas con licencia de restaurante captan a sus clientes a través de las redes sociales con mensajes como Restaurant and drinks (Restaurante y bebidas), Brunch, Coktails. Es el caso de Bling Bling, Pachá, Nuba y Opium, del grupo Costa Este, propiedad de los hermanos Bordas. Pachá anuncia para este viernes una combinación de música house y comida mexicana. Este sábado pinchará el famoso pinchadiscos Andrea Oliva.
Carlos acusa a estas salas de fiesta de cumplir la función de discoteca con la excusa del servicio de restauración. Este medio ya se ha hecho eco de algunas de estas farras descontroladas como las que ocurren en el Nuba. Los responsables delimitan con buena intención los espacios para sus clientes con reservados, pero en la práctica los jóvenes se mezclan entre ellos y convierten la sala en lo que realmente es: una pista de baile. En enero, una fiesta con 67 personas en el restaurante Cachitos en la Rambla de Catalunya terminó con los asistentes y el local sancionados.
"O JUGAMOS TODOS O NINGUNO"
“¿Por qué se permite que abran?. O jugamos todos o rompemos la baraja”, se queja otro empresario de la noche con 10 años de experiencia en el panorama barcelonés. "Yo también podría abrir, pero tengo principios", dice este hombre, encargado de una conocida discoteca de Barcelona. Señala el restaurante Kibana y Shoko como otros de los locales que acogen fiestas descontroladas.
“Somos mayoría los que estos desmadres nos parecen mal. Perjudica nuestra imagen”, comenta Miguel Arnaiz, encargado del Q Pedralbes. “Cuando ves que con el permiso de restaurante hacen de discotecas reales te quedas un poco con la cara de circunstancias. Supongo que la administración pensará que lo han pasado muy mal y que les darán manga ancha”, afirma el dueño de Sutton, Antonio Cano.
"LA GENTE QUIERE SALIR"
La última resolución de la Generalitat que regula las restricciones para combatir la epidemia de coronavirus es del 21 de mayo y limita al 50% el aforo en restaurantes, una distancia de dos metros entre mesas y un máximo de seis comensales en cada una de ellas. Las fiestas denunciadas por varios empresarios del ocio nocturno infringen estas medidas. Una portavoz del Ayuntamiento asegura que el consistorio no dispone del número de sanciones de las discotecas infractoras, ya que el dato ilustra las multas a todos los locales de pública concurrencia.
A Ramon Bordas, copropietario de Costa Este (Pachá, Opium, Bling Bling y Nuba) no le consta ninguna sanción en sus discotecas. "Intentamos que la gente se comporte y respete las distancias. La doble licencia (restaurante y discoteca) nos permite abrir. Es obvio que en algunos momentos la gente se pueda animar un poco, pero intentamos que eso no ocurra”, afirma el empresario. Bordas asegura que la pista de baile de sus salas están “plagadas” de mesas, que acogen a comensales y clientes que toman copas. “Hacemos lo mismo que Shoko, Carpe Diem o Patrón. Todos los que abren son los que tienen restaurantes. Es tremendo lo que hemos pasado durante 14 meses cerrados… Una auténtica salvajada. Ya lo hemos pasado bastante mal. La gente quiere salir, cenar en estos sitios para divertirse”, añade.
COMPETENCIA DESLEAL
Un tercer empresario anónimo, cansado de tanta "competencia desleal", también denuncia la situación. "Un restaurante debe tener luz blanca y todo el mundo sentado. Tu pones un restaurante y la gente se pone a bailar te pueden multar", expresa este hombre que ve "una negligencia muy grande" por parte de la administración y un "trato de favor" con según qué discotecas. Reconoce que en una ocasión intentó sortear las medidas covid con un servicio de bar, pero la Guardia Urbana le sancionó rápidamente. "A mí me parece bien que cada uno se busque el negocio como quiera, ¡pero que haya un juez!", pide el dueño de varias discotecas y bares musicales en la Ciudad Condal.
Consultados por este medio, Fecalon (Federació Catalana de Locals d'Oci Nocturn) y el Gremi d'Empresaris de Discoteques de Barcelona i Província han evitado pronunciarse sobre esta cuestión. Fuentes de la primera entidad señalaban este martes que están centrados, principalmente, en la decisión que se iba a tomar este miércoles en el consejo interterritorial de Sanidad después de que el Gobierno anunciara que permitiría la apertura de las discotecas hasta las 02.00 horas a aquellos territorios con menos contagios.
SIN FECHA DE REAPERTURA
El pasado 13 de mayo, el plan de emergencias Procicat de la Generalitat aprobó un plan que regulará la reapertura de las discotecas. Se anunció que sería obligatorio un sistema telemático de venta de entradas anticipada para locales con un aforo superior a 500 personas. Se dijo que se aplicarían mecanismos para garantizar la distancia de seguridad y exigir el uso de cubrebocas. Las pistas de baile estarán perimetradas, con un punto de entrada y otro de salida.
Cada semana, sin embargo, nuevas informaciones modifican las anteriores y eso inquieta al sector. La exconsellera de Salud, Alba Vergés, aseguró la semana pasada que veía "muy probable" la reapertura de discotecas en la noche de Sant Joan (23 de junio). La proposición del Ministerio de Sanidad de reabrir hasta las 02.00 de la madrugada con un aforo de entre el 30% y el 50% tampoco contempla, de momento, una fecha para la luz verde del ocio nocturno.