Ada Colau ha celebrado este domingo, en la cena inaugural del Mobile World Congress 2021, que las instituciones de Barcelona, Cataluña y España se hayan mostrado "siempre dispuestas" a promover el congreso. De hecho ha señalado también la importancia de que los gobiernos barcelonés, catalán y español "estén de acuerdo" en celebrar este evento. "Bienvenidos de nuevo", se ha dirigido a los organizadores después de la cancelación de 2020. Buenas palabras que no tienen nada que ver con lo que decía hace apenas seis años.
Solo hace falta revisar la hemeroteca del año 2015 para constatar cuál ha sido la evolución de la opinión que la alcaldesa mantiene sobre este evento. En febrero de aquel año, cuando el Mobile se preparaba para una nueva edición en la ciudad y a ella le faltaban tan solo cuatro meses para hacerse con el Ayuntamiento, Colau aseguró que no era "sostenible" y pidió auditarlo.
Así lo expresó en una entrevista en RAC1 en la que dijo literalmente que "la política de grandes eventos en la ciudad puede atraer mucho dinero en muy pocos días para sectores muy determinados, pero no es un modelo sostenible para la ciudad". También denunció que "se habla de grandes eventos o del modelo turístico actual que aporta beneficios a la ciudad, pero se impone un estudio serio sobre a quién beneficia de forma real". Por lo que se comprometió a auditar el congreso, justo cuando sus organizadores negociaban con el consistorio su continuidad hasta 2023.
Seis años más tarde, Colau se ha felicitado en su discurso inaugural de este domingo porque "el Mobile World Congress siempre ha creido en Barcelona, y Barcelona siempre ha creido en el Mobile World Congress". No puede decir lo mismo de ella misma.