El Ayuntamiento de Barcelona comprará 150 cámaras unipersonales para la Guardia Urbana. El Institut Municipal d'Informàtica ha licitado la adquisición de los dispositivos por casi 400.000 euros, concretamente 398.830 euros, IVA incluido. La oferta se ha publicado el 7 de julio y el plazo de presentación de ofertas está abierta hasta el 27 de agosto [ver aquí]. Actualmente, el cuerpo policial cuenta con una docena de cámaras de este tipo. En julio de 2019, hace dos años, el consistorio inició una prueba piloto. Ahora, algunas de ellas ya no funcionan, aunque los agentes las siguen llevando para disuadir.

Junto a los aparatos propiamente, la Guardia Urbana comprará los anclajes para poner la cámara en el uniforme del agente, los cargadores y el hardware complementario para la descarga de las grabaciones, entre otros elementos. Los 150 dispositivos irán para las unidades territoriales de la policía local (115), la división de recursos operativos y apoyo (15), que incluye a las unidades de investigación y playas y la Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad, y la división de tráfico (10). Las otras 10 se usarán como recambios o para incidencias que puedan surgir. 

El secretario de Organización del sindicato CSIF y agente de la policía local Eugenio Zambrano dice que las cámaras que se compran son "insuficientes". "No se ajusta a las necesidades de la policía". La Central Sindical Independiente y de Funcionarios pide que se adquiera un dispositivo para cada guardia urbano que está operativo. El sindicato también pide cámaras en los vehículos para grabar el espacio público. Para Zambrano, la compra de 150 aparatos es una "política de imagen". "Cada vez tenemos menos herramientas para hacer nuestro trabajo", critica.

OBJETIVO: EVITAR LAS DENUNCIAS FALSAS

Las cámaras unipersonales es una histórica reivindicación de los sindicatos de la Guardia Urbana. El uso de los dispositivos está pensado para grabar intervenciones policiales, "para garantizar una mayor seguridad jurídica a los agentes y a los ciudadanos y evitar denuncias falsas contra los policías", subraya Zambrano, que remarca que tendrán también un "efecto disuasorio". 

Muchas veces, las actuaciones de la Guardia Urbana y otros cuerpos se ponen en entredicho. En el caso de la policía local barcelonesa, algunas de las intervenciones más cuestionadas recientemente han sido la muerte de la perra Sota, en diciembre de 2018, tras un disparo, y las heridas por arma de fuego que recibió una persona sintecho en noviembre de 2020 en el paseo de Sant Joan. Con las cámaras se podrá saber qué ha pasado exactamente.

Distintos cuerpos policiales utilizan ya las cámaras unipersonales para blindarse. Según figura en el pliego técnico de la licitación, los Mossos compraron hace tres años 168 aparatos. En Londres, los agentes metropolitanos disponen de 22.000 cámaras. En el Área Metropolitana de Barcelona, la policía local de Sant Adrià del Besòs también usa este tipo de dispositivos, aunque solo tiene dos. En Londres, las quejas contra la policía se han reducido un 33%.

NO SE PODRÁ ELIMINAR NI MODIFICAR NINGUNA GRABACIÓN

A nivel operativo, las cámaras que compra el Ayuntamiento permitirán a los agentes grabar -audio y vídeo- durante 12 horas y dispondrán de un encendido manual y de indicadores luminosos para saber si están funcionando o no. Además, la descarga de las imágenes será automática y no se podrá eliminar ni modificar la grabación. "La incorporación de los dispositivos supone un cambio importante en la operatividad y la manera de proceder de la Guardia Urbana", subraya la documentación de la licitación, y será necesario que los agentes reciban una formación. 

El principal inconveniente que tiene la utilización de las cámaras está vinculado a la Ley de protección de datos. Los ciudadanos deben saber que se les está grabando, precisa Zambrano, y en el momento que se inicia la toma de imágenes se les debe informar del contenido de la Ley y cómo pueden ejercer sus derechos. También se deberá dar cuenta de cada grabación a la comisión de control de los dispositivos de videovigilancia de Cataluña.

Las críticas de CSIF a la falta de recursos en la Guardia Urbana no acaban con las cámaras unipersonales. Según Zambrano, la Jefatura de la policía local "recorta en recursos de seguridad" y denuncia la falta de efectivos por la noche en Barcelona. "No hay patrullas suficientes. En ocasiones, si se necesita un apoyo para un servicio no se puede dar", afirma el policía. La principal falta de agentes es en los distritos. En opinión del portavoz sindical, la unidad nocturna de la Guardia Urbana (UNOC) no puede suplir a la policía de cada territorio.

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