Los promotores del Hermitage han recibido dos ofertas de privados para instalar la pinacoteca en otros enclaves de Barcelona, según ha podido saber Metrópoli de fuentes cercanas al equipamiento. Los impulsores también tiene sobre la mesa una oferta de Madrid. El Hermitage se debe construir en la nueva bocana del Port de Barcelona, junto al Hotel Vela, pero Barcelona en Comú -y ahora también ERC- están en contra y el proyecto sigue bloqueado.

Uno de los lugares es un inmueble, con diversas plantas, que se encuentra en el centro de Barcelona, dentro del distrito del Eixample, mientras que el otro espacio propuesto es un solar en desuso en otra zona de la ciudad, han explicado las fuentes consultadas, que han declinado dar más información sobre las ubicaciones y quiénes son las personas que han hecho llegar las ofertas. En cualquier caso, ambos emplazamientos tienen las dimensiones suficientes para dar cabida al museo.

CONTRIBUCIÓN A LA CULTURA DE BARCELONA

Los empresarios interesados en el proyecto ven muy necesario que el Hermitage se quede en Barcelona y que "no se pierda una inversión de esta envergadura", que supondría una importante "contribución cultural, económica y de imagen internacional para la ciudad", apuntan fuentes cercanas al proyecto. Estos privados habían mostrado también su preocupación por la "inseguridad jurídica" que se está proyectando hacia el exterior con este caso y temen que pueda acabar afectando a otros proyectos por las "dificultades" que se ponen para invertir en la ciudad. 

Imagen del futuro museo Hermitage en la Barceloneta / CEDIDA



OFERTA EN UN PALACETE EN EL CENTRO DE MADRID

La sociedad Museo Hermitage Barcelona, formada por el fondo de inversión Varia Hermitage Barcelona (80%) y Cultural Development Barcelona (20%), mercantil del empresario ruso Valery Yarolaski y del arquitecto Eugenio Ujo Pallarès, cuenta además con una oferta de la capital de España. En este caso, un grupo inversor familiar ha planteado la posibilidad de que el Hermitage se pueda ubicar en un palacete en el centro de Madrid. Los promotores no cierran la puerta a trasladar el museo a otra ciudad. La alcaldesa de Girona Marta Madrenas ha dicho que ella estaría encantada de tener un museo así en la ciudad.

En poco más de un mes y medio, la situación ha dado mil vueltas. A finales de mayo, el Port anunció una alianza entre el Hermitage y el Liceu para desarrollar en la nueva bocana del Port "un gran hub cultural del mar", o lo que es lo mismo un centro cultural multidisciplinar y transversal, "dotado de un carácter diferencial y con un fuerte componente local y arraigado a la ciudad, uniendo la enseña del Liceu al proyecto". El PSC de Jaume Collboni, socio de Colau, avala la nueva aventura.

LOS COMUNES Y ERC, EN CONTRA

Cuatro días después, la propuesta llegó al consejo de administración del Port y la entidad, que por entonces presidía Mercè Conesa, dio el visto bueno a la concesión administrativa al Hermitage, trámite necesario para tirar adelante el proyecto, pero sin el aval municipal. El del Port estaba condicionado a que en el plazo de dos meses se presentara el proyecto conjunto con el Liceu y a la firma del convenio entre el consistorio y la misma autoridad portuaria. A la teniente de alcaldía de Ecología Urbana y Urbanismo Janet Sanz, el paso dado por el Port no le sentó nada bien y los comunes decidieron poner fin al primer convenio que debían suscribir con el Port para que el museo pudiera ser una realidad, aunque lo hicieron sin contar con el apoyo de Collboni.

Todo quedaba pendiente de que la alianza entre el Hermitage y el Liceu se concretara, pero no parece que vaya a ser así. Al veto de Colau se ha unido el de Ernest Maragall, presidente de ERC, que lo hizo explícito de forma muy clara en el último pleno municipal. Hace unos días La Vanguardia avanzaba que la alianza entre Hermitage y Liceu no prosperará por la negativa de Colau, ERC y del departamento de Cultura de la Generalitat. En la comisión ejecutiva del patronato del Liceu del pasado 23 de junio, la propuesta no llegó ni siquiera a votarse. El acuerdo entre el Liceu y el Hermitage pasaba por hacer un nuevo Plan especial urbanístico y ocupar una parcela contigua -la que está reservada a la facultad de Náutica- a la original para que el Liceu pudiera disponer de un auditorio de 900 butacas, detallaba el medio.

Recreación del museo Hermitage en el Port de Barcelona / MUSEO HERMITAGE



LA CIUDAD SE ENFRENTA A UNA INDEMNIZACIÓN MILLONARIA

Ante la cada vez más complicada y "delicada" situación que atraviesa el proyecto, todo apunta que el Hermitage puede acabar en los tribunales. Distintos expertos consultados por este medio afirman que el Hermitage cumple con todos los requisitos legales y que la ciudad se puede enfrentar a una indemnización millonaria, que podría llegar a 150 millones de euros si persiste el veto junto al Hotel Vela. 

Fuentes cercanas al proyecto explican que los promotores presentarán antes del día 21 de julio el recurso de reposición a la decisión de Colau de tumbar el proyecto inicial. Y en unos meses, la sociedad que impulsa el Hermitage podría interponer un contencioso-administrativo. Hace unos días, el Hermitage ya presentó un recurso de reposición contra el Port por condicionar la concesión a un acuerdo con el Liceu. Como ha explicado en distintas ocasiones este medio, los impulsores creen que, desde un punto de vista legal, tampoco es necesario el convenio con el Ayuntamiento para que el museo sea una realidad. 

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