El Ayuntamiento quiere enseñar a comer a los barceloneses. El objetivo de educar a los ciudadanos por parte del actual consistorio es notorio en algunas de las actividades sociales, en las que no duda en invadir el espacio personal o social para educar a la ciudadanía, ideológicamente hablando. La alimentación y el consumo, una de las banderas del ecologismo, es uno de los sectores favoritos donde los comunes ofrecen adiestramiento social mediante medidas de concienciación, cuando no obligación mediante la promulgación de normas.
Uno de los programas estrella que tiene en marcha el Ayuntamiento hace referencia a la alimentación. “La ciudad ha desarrollado numerosos proyectos para incentivar el consumo consciente, la producción agroecológica y los circuitos cortos de proximidad, así como trabajar para promover la presencia de productos locales y ecológicos en los mercados municipales”, dice un informe municipal. Señala más adelante que “se presenta la oportunidad de alimentarnos de manera más sana, de crear un modelo alimentario más justo y sostenible que mantenga equilibrado el territorio y genere fuertes conexiones de crear una economía viva, resiliente y dinámica, y de ayudar a estabilizar el clima, conservar la biodiversidad y construir un futuro habitable”.
ALINEADOS CON GARZÓN
La polémica por la advertencia del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la necesidad de moderar el consumo de carne pilló al Ayuntamiento de Barcelona en pleno trabajo de preparación de la Estrategia de Política Alimentaria Urbana de Barcelona en el Horizonte 2030. Pero, además, las tesis que quiere aplicar el consistorio barcelonés se alinean con las palabras del ministro.
La Estrategia Alimentaria 2030 pretende cambiar los hábitos de la ciudadanía. “Según los expertos, en las próximas décadas es preciso duplicar el consumo de alimentos saludables como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas, priorizando la producción ecológica y local. También es preciso reducir significativamente el consumo de azúcares añadidos y grasas saturadas, así como la proteína animal (especialmente carne roja), priorizando la carne que proviene de ganadería ecológica y extensiva”, relatan las bases de la citada Estrategia.
OBESIDAD INFANTIL EN BARCELONA
Asimismo, alerta que “las dietas inadecuadas, basadas en comida rápida y en alimentos ultraprocesados, se han convertido en un peligro creciente para ciertos sectores de la sociedad. En Barcelona, el 10% de los niños de entre 3 y 4 años padecen obesidad infantil. De hecho, ya sea por una dieta inadecuada o por la ingesta de tóxicos, la alimentación se vincula con un 70% de las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles (incluyendo un 25% de las formas de cáncer)”.
El pasado 5 de julio, el consistorio contrató a la cooperativa Tandem Social SCCL, que preside Sergi Rufat, para hacerse cargo de la secretaría técnica de la Estretagia Alimentaria 2030. La cooperativa cobrará 45.399 euros durante un año para encargarse de ese cometido. Tandem Social es una cooperativa “sin ánimo de lucro que realiza proyectos que tengan como objetivo la transformación y el impacto social, la equidad colectiva o la sostenibilidad medioambiental”. Rufat es también presidente de la junta de Social Business City, una iniciativa internacional impulsada por Muhammad Yumus, premio Nobel de la Paz en 2006 para apoyar la empresa social.
LOS TRES EJES DE LA POLÍTICA ALIMENTARIA
La política alimentaria depende del comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Política Alimentaria. Su principal instrumento es la Estrategia de Alimentación Urbana aludida, cuyo trabajo se ha de realizar en tres ejes fundamentales: “Fomentar dietas saludables accesibles para todos; impulsar economías locales y sostenibles; y combatir la emergencia climática”. Este año, Barcelona acogerá la séptima cumbre Anual del Pacto de Milán, convirtiéndose en la capital mundial de la Alimentación Sostenible. “Además de sacar músculo de las políticas alimentarias de la ciudad, se quiere impregnar toda la programación del año (mediante acontecimientos específicos y de los diferentes ámbitos políticos) con la temática de la alimentación sostenible para ponerla en el centro de la agenda política y mediática”, explica un informe del Ayuntamiento.
Con esa base, la prioridad es “elaborar una Estrategia Alimentaria 2030 que sea una hoja de ruta a seguir en los próximos 10 años sobre políticas alimentarias de la ciudad, construida con el trabajo y visión conjunta de los agentes sociales vinculados a la cuádruple hélice (sector público y privado, sociedad civil organizada y mundo académico)”. Se trata, pues, de una estrategia muy propia de los comunes.
464 HUERTOS URBANOS EN BARCELONA
En estos momentos, recoge el informe aludido, el consistorio trabaja en la facilitación de la distribución y comercialización de los productos ecológicos y de proximidad en los mercados municipales, en Mercabarna y en las calles de la ciudad, priorizando específicamente “el desarrollo de los cambios estructurales en el circuito de la comercialización”. También fomenta dietas sanas y sostenibles y trabaja en fortalecer “una red de proyectos transformadores y sostenibles vinculados a la alimentación y la agricultura urbana”. En este sentido, el Ayuntamiento afirma que hay en marcha “una red de 464 huertos urbanos [ubicados en espacios vacíos, parques y terrazas de toda la ciudad] que mejoran la calidad del aire, la biodiversidad, la calidad de vida y la cohesión social de comunidades de vecinos”.
Aprovechando, pues, la capitalidad mundial de la alimentación sostenible, los responsables municipales quieren “visibilizar, regenerar y celebrar los vínculos de interconexión e interdependencia ente el campo y las ciudades”.