Un dispositivo de los Mossos d'Esquadra refuerza desde hace meses la vigilancia en las sinagogas de Barcelona por riesgo de atentado. La escalada del conflicto entre Israel y Palestina del pasado mayo, en el que murieron 240 palestinos (67 menores) y 13 ciudadanos israelíes, ha elevado el riesgo por un posible atentado en los centros de culto de la comunidad judía de la Ciudad Condal. Así lo perciben desde la policía catalana, que ha aumentado el control subterráneo de las tres principales sinagogas de la ciudad.

La Unidad de Subsuelo del cuerpo vigila semanalmente el sistema de alcantarillado y de galerías bajo tierra en el perímetro que ocupan los edificios religiosos. "Lo hacemos semanalmente porque son lugares con un riesgo potencial", comenta el jefe de esta unidad, Lluís Vivancos, en una entrevista concedida este jueves a Metrópoli. El veterano subinspector explica que los bombardeos cruzados durante 11 días entre los dos estados de Oriente Próximo motivaron un refuerzo de vigilancia en estos puntos sensibles frecuentados por la comunidad judía barcelonesa.

10.000 JUDÍOS EN BARCELONA

En Barcelona viven unos 10.000 judíos. De estos, unos 2.500 pertenecen a alguna de las cuatro sinagogas de la urbe. Así lo apunta Isaac Levy, responsable de la lucha contra el antisemitismo de la Comunidad Israelita de Barcelona (CIB). La sinagoga de esta comunidad, la más grande de la ciudad, se encuentra en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. 

El representante de la comunidad sefardí lamenta que la "distorsión informativa" y las "mentiras" sobre el conflicto son el motor de las "amenazas y las hostilidades" hacía el pueblo judío en Barcelona. Hace dos años alguien pintó en la sinagoga de Sarrià una pintada que rezaba "Free Palestina" (Palestina libre, en inglés). Es el único incidente destacable que resaltan desde la CIB en un centro judío en Barcelona. "¿Qué tendremos que ver nosotros, que votamos a los políticos de Barcelona, de Cataluña, con eso?", se pregunta Levy. La extrema derecha barcelonesa también ha realizado pintadas neonazis contra los judíos.

LOS MOSSOS, EN EL COLEGIO

Un responsable de seguridad de la comunidad judía explica que la vigilancia de los centros de culto judíos se efectúa desde los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017. Actualmente, un coche de la policía vigila permanentemente la céntrica sinagoga de Sarrià. Durante el curso escolar, otro vehículo policial vigila cada día un colegio de la comunidad ubicado en Sant Cugat del Vallès que también cuenta con seguridad privada.

El atentado de Toulouse en 2012, en el que un hombre asesinó a un profesor y tres niños en una escuela judía, motivó a los Mossos a estrechar la vigilancia en el centro escolar del municipio del Vallès Occidental. "La seguridad no se aumenta por capricho. No nos gusta que los niños tengan que ver a un coche de policía cada día", comenta Levy. Este barcelonés denuncia los discursos contemporáneos que provienen, dice, "desgraciadamente tanto de la extrema derecha como la extrema izquierda".

LA UNIDAD DE SUBSUELO

Los atentados terroristas de los últimos años en Europa, especialmente en Francia (Sala Bataclan y Charlie Hebdo) y el atropello masivo en La Rambla, pusieron a la policía catalana en alerta en la tarea de proteger a la población judía, una comunidad históricamente en la diana de los terroristas. El contexto actual con la seria amenaza de grupos terroristas contra España ha hecho que el Gobierno mantenga el nivel 4 de alerta terrorista, activo desde 2016.

Los 21 agentes de la Unidad de Subsuelo de los Mossos d'Esquadra realizan unos 2.000 servicios cada año. La mayoría de actuaciones se realizan bajo tierra. Su trabajo es clave para garantizar la seguridad de congresos y ferias como el Mobile World Congress y de todos los eventos deportivos celebrados en Barcelona. También juegan un papel protagonista en el descubrimiento, documentación y revisión de los cerca de 1.400 refugios antiaéreos de la Guerra Civil que acoge el inmenso sótano de la ciudad.

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