Tras unos meses con la ciudad muy sucia, el varapalo de la oposición y de los barceloneses y un verano negro de plagas, el Ayuntamiento de Barcelona anunció a principios de semana un gasto extra en limpieza para tener las calles y parques en mejores condiciones: será de unos 70 millones.

En la presentación del pasado lunes del plan Cuidem Barcelona, la teniente de alcaldía Janet Sanz y el concejal Eloi Badia marcaron 10 puntos negros en los que es prioritario actuar. Son éstos: El Pou de la Figuera (Ciutat Vella), el entorno del Mercat de Sant Antoni (Eixample), la plaza de Santa Madrona (Sants-Montjuïc), el mercado de Les Corts (Les Corts), la plaza de Sant Vicenç de Sarrià (Sarrià - Sant Gervasi), la riera de Sant Miquel (Gràcia), la plaza de Pastrana (Horta-Guinardó), la plaza Roja (Nou Barris), la plaza de la Trinitat (Sant Andreu) y la rambla del Poblenou, a la altura de Doctor Trueta (Sant Martí). Badia, sin embargo, dijo que en la ciudad hay 150 lugares en los que la limpieza debe mejorar.

CONTROL POLÍTICO SOBRE LAS EMPRESAS

Una de las novedades es la creación de un comité para agilizar el servicio y potenciar la efectividad. La gerente municipal Sara Berbel explicó que se intensificarán los canales de comunicación con los vecinos. "Nos comprometemos a valorar el servicio y a rendir cuentas", anunció. En el último pleno municipal, a petición de JuntsxCat, el ejecutivo de Ada Colau ya se comprometió a llevar a cabo un mayor control político sobre las empresas de limpieza.

Basura junto al MACBA, en el Raval de Barcelona / CEDIDA



Las nuevas actuaciones y el refuerzo en el servicio se deberían empezar a notar muy pronto y se extenderán hasta 2023. Con este incremento del gasto, el Ayuntamiento busca "afrontar el final de la pandemia y los nuevos usos del espacio público por parte de la ciudadanía". Badia ha admitido que los botellones representan uno de estos nuevos usos. La próxima primavera, además, se pondrá en marcha la nueva contrata, que comportará mejoras. El gasto en limpieza en Barcelona es de más de 300 millones anuales.  

350 EUROS POR CIUDADANO

El nuevo plan de limpieza reforzará especialmente los trabajos de baldeo, la actuación que consiste en echar agua para limpiar el pavimento. El baldeo será habitual en los entornos de los contenedores y junto a escuelas, expuso el regidor. Según el Ayuntamiento de Barcelona, cada año gasta 350 euros por ciudadano en limpiar las calles.

Noticias relacionadas