La plaza de Sant Jaume ha sido el escenario de una gran protesta contra la gestión de Ada Colau y su gobierno municipal. Este jueves, numerosos barceloneses pertenecientes a más de 100 colectivos diferentes se han echado a la calle con la alcaldesa y sus políticas como motivo de protesta.

El movimiento Barcelona es imparable ha canalizado a todas ellas. Los concentrados han protestado con pancartas que pedían el fin de la inseguridad, la suciedad y la pérdida de oportunidades. Acabar con la "Barcelona del no" y recuperar las virtudes que la ciudad ha perdido bajo el mando de los comunes.

Algunos de estos grupos han expresado sus protestas, sus reivindicaciones y han pedido que este sea un primer paso para que la capital catalana revierta las políticas de los comunes y recupere la fuerza y notoriedad perdidas.

CAOS EN MOVILIDAD

Las decisiones en materia de movilidad del gobierno municipal han figurado entre las más criticadas durante la protesta. Mónica Xufré, portavoz de la Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias (PARC), denuncia esta situación y remarca el éxito de la convocatoria. "Empezamos protestando nosotros en 2016 y mira ahora. Han creado un colaspo en las entradas y salidas de Barcelona, el tráfico es un caos. Con la Zona de Bajas Emisiones están dejando circular a coches con la pegatina C antes que a otros que contaminan menos", destaca.

Manifestantes en la plaza de Sant Jaume / PABLO MIRANZO



Gregori Hidalgo, presidente de Motoristes BCN, remarca la transversalidad de este nuevo movimiento. "Entidades sociales, políticas y del mundo empresarial han salido a la calle un jueves para quejarse. Barcelona no entiende de política, sino de personas", afirma.

En este sentido, ha insistido en la necesidad de realizar una "gestión centrada en la ciudadanía" en Barcelona, y ha recordado que en la capital catalana hay "más motos" que votos gobiernan la ciudad.

PROTESTAS VECINALES

Asociaciones de vecinos también se han adherido al movimiento, y desde la Plaza Sant Jaume han hecho especial hincapié en sus reivindicaciones. Una de ellas es la Associació de Veïns de les Tres Torres. Su presidente, Lluís Tusell, insiste en la necesidad de "generar un cambio" y acabar con el "sectarismo" en Barcelona. "Hace demasiados años que el gobierno trata muy diferente a los barrios, y nosotros vivimos en el que tiene menos inversión de Barcelona", lamenta.

Manel Martínez, portavoz de Tsunami Veïnal, subraya la necesidad de una "Barcelona cívica y segura". El líder vecinal remarca la "falta de empatía" que muestra el gobierno municipal, y recuerda que "la ciudadanía quiere ser escuchada" para que la ciudad dé "un giro en muchos aspectos que se han perdido".

Tras esta concentración, Martínez espera que "el Ayuntamiento reaccione", e insiste que no van "contra una persona ni un partido", sino en contra de "una situación", que si no cambia se penalizará en las urnas en 2023.

Manifestante durante la concentración / PABLO MIRANZO



DE SANT ANDREU HASTA CUBA

Las voces contrarias al sistema de recogida puerta a puerta también han contado con representación. Dos miembros del colectivo Sant Andreu Parla critican esta metodología, y se muestran partidarios de recuperar los contenedores.

En este sentido, denuncian la insalubridad que ha supuesto para el barrio esta polémica recogida: "Las calles están más sucias que nunca, llenas de ratas e infectadas".

Cuba también ha estado presente en la protesta. Miembros de la Alianza Iberoamericana Europea contra el Comunismo han criticado el blanqueo del gobierno municipal al ejecutivo del país perteneciente a las Antillas Mayores. "Colau ha gastado 121.000 euros en artistas cubanos esclavos que podrían servir para limpiar estas calles tan sucias", ha afirmado uno de sus portavoces.

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