Barcelona es una de las ciudades en el mundo “más diagnósticadas”, con los problemas focalizados, ¿pero se busca el remedio? Ese es el debate que debería centralizar toda la política municipal y catalana, a juicio del presidente del Círculo de Economía, Javier Faus. Lo que ocurre, más allá de las percepciones sobre la posible decadencia de Barcelona, es claro: “Barcelona pierde más talento del que atrae y eso hay que revertirlo”, ha señalado Faus en un debate organizado por el Ayuntamiento de Barcelona en Nou Barris, en la Casa de l’Aigua.
Con la idea de promover la recuperación económica desde los barrios, con inversiones y con una mejora de las oportunidades para los más jóvenes, el consistorio ha puesto en marcha una especie de ‘Davos’ en Nou Barris, que ha abarcado todos los escollos que atenazan a la economía de la ciudad.
LA COMPETENCIA DE LISBOA
El presidente del Círculo ha insistido en que no se debe caer en la “autocomplacencia” y que muchas de las cuestiones que son cuello de botella no se resuelven por “motivos corporativos o políticos”. Uno de los ejemplos es la ampliación del aeropuerto de El Prat o la falta de implementación de los proyectos sobre energías renovables. “Las soluciones son plausibles, era y es posible, pero se ha parado, y obedece a motivos políticos”, ha insistido Faus sobre el aeropuerto en un debate con Ernest Quingles, vicepresidente de Foment del Treball; Carlos Puig de Travy, del deganato del Colegio de Economistas; Joan Ramon Rovira, economista jefe de la Cámara de Comercio de Barcelona y el gerente del área institucional de Pimec, Àngel Hermosilla.
El objetivo es buscar soluciones que caminen hacia un nuevo modelo económico, más sostenible, pero sin caer en el “decrecimiento”, que, según Faus, se ha ido fomentando desde determinados círculos políticos, y en concreto desde el consistorio de Barcelona. Uno de los problemas para que la economía de una ciudad crezca para por la naturaleza de sus empresas, de su tamaño y de la posibilidad de que ofrezcan salarios con alta capacidad. Esa es la posición de Joan Ramon Rovira, que ha destacado la capacidad de la población extranjera para impulsar negocios desde Barcelona. Faus ha entrado en el debate, al señalar que ese talento existe, pero que Barcelona “pierde más talento del que atrae y eso hay que revertirlo”. A su juicio, las inversiones que recibe Barcelona deben valorarse positivamente, pero “por cada inversión que llega a la ciudad, diez van directamente a Lisboa, aunque desde aquí no lo veamos”, ha remachado, con la convicción de que Barcelona y el conjunto de España padecen la misma "decadencia" que puede sufrir Europa, que es el gran problema, al verse superada por "el dinamismo asiático y el de Estados Unidos".
COMPRAR EN ESPACIOS PÚBLICOS DE CALIDAD
¿Por qué? Aunque los municipios tienen poca capacidad para aplicar políticas fiscales, sí pueden presionar para eliminar determinados impuestos. Con su experiencia como empresario, al frente del fondo de inversión Meridia, Faus ha asegurado que sería necesario aplicar una fiscalidad distinta para atraer talento extranjero, porque se cobra el impuesto de Patrimonio a un profesional que adquirió un activo en Londres. “Por ese activo, un inmueble por ejemplo, en Londre, paga Patrimonio al llegar a Barcelona, y eso aleja al talento. Hemos hablado con todo el mundo, pero no se ha podido cambiar esa cuestión”, ha añadido Faus, desde su condición de presidente del Círculo de Economía.
Quingles ha querido “romper una lanza” por las administraciones, al destacar la campaña de digitalización municipal en el sector del comercio. También lo ha señalado Joan Ramon Rovira, pero con la advertencia de que el problema en concreto del comercio “es anterior a la pandemia del Covid”. Es decir, el propio modelo comercial de las ciudades ha entrado en crisis por la enorme transformación que ha experimentado todo el sector. “Hay problemas estructurales, porque el comercio digital ha llegado para quedarse, y eso hay que asumirlo”, ha rematado Joan Ramon Rovira.
Faus ha irrumpido con la advertencia de que el problema es “mucho mayor, es muy importante. No queremos ser Manila o Yakarta, porque el objetivo debería ser crear espacios públicos de gran calidad. No se puede aceptar la degradación constante del espacio público y se debe ser estricto en el mantenimiento del espacio urbano”. Si se quiere ofrecer espacios de creación, “que se hagan, como ocurre con el distrito creativo en Londres”. Sin esos espacios de “calidad”, los ciudadanos “no saldrán a la calle a comprar”, ha insistido el presidente del Círculo de Economía.