ERC y Ciutadans proponen un Primavera Sound repartido en Barcelona y otras ciudades del área metropolitana. Es la alternativa que los partidos de la oposición han puesto sobre la mesa este jueves para adaptar el festival de música a las quejas vecinales que rechazan un evento de dos fines de semana para 2023.
Las entidades vecinales del entorno del Fòrum montaron en cólera hace unos días después del sí de la alcaldesa Ada Colau a la ampliación del festival después del amago de sus responsables con abandonar la capital catalana. Los residentes, que han montado una plataforma, sí aceptan un evento más largo para 2022, pero no para dos años seguidos. En el pleno del Ayuntamiento de esta tarde, ni Colau ni el regidor de Cultura, Jordi Martí, han valorado la idea lanzada por C's y los independentistas.
LOS TIROS Y AFLOJAS CON LOS VECINOS, "ENDEREZADOS"
El titular de Cultura, principal interlocutor en las conversaciones con los responsables del Primavera Sound para evitar la marcha del festival, ha explicado que los "tiras y aflojas" entre vecinos y la administración están "perfectamente enderezados". Martí considera que es necesario "afinar la implantación en el territorio" de un evento que "no se puede alterar la vida ciudadana". "Barcelona continuará siendo una gran ciudad de festivales y el Primavera será una muestra", ha asegurado.
Hasta cuatro grupos municipales (ERC, Cs, PP y Junts per Catalunya) han preguntado al Ayuntamiento sobre la continuidad del festival. Todos han criticado con más o menos intensidad el papel del consistorio en la crisis abierta hace unos días cuando se especuló con un festival en otras ciudades como Madrid. Pero ningún partido recoge, de momento, la petición de la plataforma vecinal formada hace unos días que rechaza un festival ampliado de dos fines de semana en 2023.
COLAU: "NUNCA SE DISCUTIÓ LA CONTINUIDAD"
Colau ha afirmado que la continuidad del Primavera en la Ciudad Condal "nunca estuvo en discusión". La edil de Barcelona en Comú subraya la "importancia" del evento que genera 300 millones de euros de ingresos y supone un "motor para el sector musical de la ciudad". La alcaldesa asegura que los organizadores del festival tienen "vocación de implicarse del retorno social, especialmente, en Los barrios que pueden recibir la externalidad de un festival como este".