Los vecinos de los alrededores del Park Güell tienen algo en común: su casi total rechazo al taxi en sus calles. Desde 2013, cuando el Ayuntamiento de Barcelona habilitó una parada de taxis en la calle Olot –enfrente del parque de Gaudí– los residentes del barrio de la Salut mantienen una cruzada contra este tipo de transporte público. A pesar de lograr el traslado de la estación en cinco puntos distintos, el conflicto sigue latente.
Actualmente, la estación de taxis se ubica en la rambla de Mercedes, una calle empinada de unos 300 metros de un solo sentido. M.S, una de las vecinas de la zona enumera la lista de los incumplimientos de los taxistas: "Aparcan en las zonas verdes, en los vados y en medio de la calle. Además se pelean entre ellos y han llegado a las manos", asegura.
PILONAS
Entre marzo y abril de 2020, coincidiendo con el estado de alarma, el consistorio instaló unas pilonas para pacificar la zona. Pero la solución no convence a nadie. Los vecinos, agrupados recientemente en la Associació de Veïns Avinguda Pompeu Fabra, quieren la parada en la carretera del Carmel. "¿En la entrada de uno de los principales lugares turísticos de Barcelona no tiene que haber una parada de taxis?", se pregunta Jaime Sau, secretario de la Unión de Barcelona del sindicato STAC.
Para Sau la solución es regresar al punto de partida de 2013, eso es, ubicar la parada en la calle Olot. Se trata de otra avenida estrecha con un único sentido, como casi todas las vías de este barrio del distrito de Gràcia. El taxista interpreta la petición de los vecinos como una voluntad de echar al taxi de la zona. "Estamos abiertos a hablar con los vecinos para buscar una solución. Nunca nos han contactado", expone el conductor.
El presidente de Élite Taxi, Olivier Contel, tampoco cree que la ubicación de la carretera del Carmel sea la solución. "Esa no es la entrada principal. Cuando les dejamos allí, los turistas piensan que les estás engañando. Lo único que ven es una gran explanada", comenta.
¿ZONA PREMONUMENTAL?
M.S piensa que un nuevo cambio de lugar (ya van cinco en ocho años) solo traslada el problema a otra calle. "Los taxis colapsan las calles y los vecinos no podemos llegar a nuestras casas. Yo, en alguna ocasión, he esperado 10 minutos para salir", afirma. La residente facilita vecinos que muestran grandes colapsos con decenas de taxistas en las estrechas calles que rodean el parque. Algunos conductores, dice, se pegan a los autobuses y coches particulares para pasar por encima de la pilona cuando está enterrada.
El Ayuntamiento defiende la ubicación de la parada. "Es una decisión planteada y estudiada por el grupo de trabajo de movilidad", en el que participan el distrito de Gràcia, los gestores del parque, los vecinos y comerciantes y las escuelas. "Como todas las medidas tomadas, se continuará evaluando si es necesario introducir algún cambio", señala una portavoz municipal a Metrópoli.
300 FIRMAS
De momento los vecinos han conseguido unas 300 firmas para conseguir que el Ayuntamiento declare la zona premonumental. Esto supondría restringir el acceso a los vecinos y una importante reducción de la circulación de los coches. M.S denuncia también que algunos conductores hacen sus necesidades en la calle. "Por allí pasan millones de personas. ¿Nos culpan a nosotros?".