El ocio nocturno acumula pérdidas de unos 6.457 millones de euros en Cataluña desde la irrupción de la pandemia como consecuencia de las restricciones impuestas para contener contagios.

PÉRDIDAS MILLONARIAS

A pocos días de reabrir de nuevo sus locales el 11 de febrero, la patronal de ocio nocturno Fecasarm ha hecho balance de las pérdidas ocasionadas desde el primer cierre, que arrancó en marzo de 2020, coincidiendo con el confinamiento. El secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas, asegura que entre un 85% y un 90% de los 37.000 trabajadores con los que contaba el sector han estado afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). 

LOCALES CERRADOS

La afectación ha sido desigual en función de la intensidad de las restricciones vigentes en cada momento durante estos 23 meses y dependiendo de las características de cada establecimiento, ya que los que contaban con licencia para servir comida han mantenido parte de su actividad.

Además, un número todavía no determinado de locales han cerrado sus puertas de manera definitiva ante la imposibilidad de hacer frente a los costes de la inactividad, por lo que muchos expedientes temporales han virado en ERE.

La falta de continuidad en el trabajo ha llevado también a un número alto de empleados a emigrar a otros sectores de actividad e incluso a otras comunidades autónomas, según Boadas, que afirma que estos días muchos locales están teniendo problemas para contratar a personal para abrir el 11 de febrero. El sector está integrado por 3.700 locales y se calcula que estos empleaban de media a unos 10 trabajadores.

REAPERTURA DEL OCIO NOCTURNO

La reapertura del ocio nocturno, que funcionará sin límites de aforo ni de horarios y sin necesidad de presentar el certificado covid para entrar en ellos, volverá a restituir la normalidad prepandémica en la calle, ya que es el último sector que continuaba cerrado.

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