Manifestación contra el experimentos de la UB y Vivotecnia sobre perros beagle / EFE
El juez admite la demanda contra el experimento con perros y da cinco días a la UB para justificarlo
En caso de que el Parc Científic no convenza a la Justicia, el estudio podría quedar paralizado
18 febrero, 2022 10:07Noticias relacionadas
El estudio del Parc Científic de la Universitat de Barcelona (UB) con 38 cachorros de beagle, a cargo de la empresa Vivotecnia, topa ahora con la Justicia. Si en cinco días no justifica el experimento, el juez podría paralizarlo.
Así lo ha avanzado TV3, que ha tenido conocimiento de que el magistrado ha admitido a trámite la demanda de la Comisión de Protección de los Derechos de los Animales (CPDA) del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) y la Asociación Lex Ánima y ha dado cinco días a la UB para que responda.
Según los demandantes, existe un método alternativo para investigar sobre el fármaco que está en estudio. Por este motivo, y porque la ley de protección de los animales prohíbe experimentar sobre otros seres vivos si hay una alternativa, los letrados piden paralizar el estudio.
Unas afirmaciones que contrastan con las explicaciones ofrecidas por el Parc Científic de la UB, que ha asegurado que "actualmente no se conoce ningún método alternativo" y que el sacrificio de los animales es necesario.
EN EL EXPERIMENTO MORIRÁN 32 DE LOS 38 PERROS
El experimento del Parc Científic y Vivotecnia debe empezar el próximo 1 de marzo sobre 38 cachorros de beagle. Todos ellos deberán ingerir por la fuerza un medicamento durante 28 días, para calcular la dosis necesaria para provocarles la muerte. Al final del estudio, tan solo seis de ellos sobrevivirán y según la UB podrán ser dados en adopción. Los que no hayan muerto durante los experimentos serán sacrificados. Finalmente se analizarán los cadáveres de los 32 perros muertos.
ESCÁNDALO DE VIVOTECNIA EN MADRID
Además, Vivotecnia está implicada en un escándalo de maltrato animal desde el pasado mes de abril, cuando la ONG Cruelty Free International (CFI) publicó las pruebas de violencia gratuita y deliberada en un laboratorio de la compañía en Madrid y que habían sido grabadas por una extrabajadora, harta de que los directivos de la empresa hiciesen caso omiso de sus avisos.
