Amigos y compañeros de partido. Y amistades más allá de la batalla política, que reconocen en Joan Ferran al ciudadano que ama todo lo humano, que tiene sensibilidad y que se interesa por el estado de su interlocutor. Con todos ellos, el que fuera secretario de organización del PSC y ex dirigente del partido en Barcelona, quiso ser claro y contundente: le cabrea que no se tenga en cuenta a la gente mayor, a los que se jubilan, a los que, a pesar de la edad, tienen capacidad para indignarse y, precisamente por ello, se sienten jóvenes y útiles. Pero Joan Ferran tenía un mensaje, diáfano, para la alcaldesa Ada Colau: “Menos urbanismo táctico, y más humanismo práctico”. ¡Boom!
Aplausos, rotundos, cerrados. Fue este miércoles, en la librería Byron, en la presentación del libro de Ferran, Flores de Arcén, retales de ciudad en un cuaderno verde olivo, (Ediciones Hildy), con la compañía del primer secretario del PSC, Salvador Illa, que destacó su “compromiso y coherencia” en toda su trayectoria política. Pero también asistió el expresidente de la Generalitat, José Montilla y Joan Ortega, exvicepresidenta de la Generalitat, amiga de Joan Ferran.
SOCIEDAD DE MERCADO
Illa destacó lo que ha querido aflorar el exdirigente socialista a través de un libro que funciona como un cuadro impresionista: casos concretos, reales, de personas que viven al margen, que pasan desapercibidos, y que, visto desde una mayor distancia, refleja una sociedad compleja y con muchas carencias. Para Illa el problema es que se haga realidad lo que denuncia el filósofo político Michael Sandel, quien diferencia entre economía de mercado y sociedad de mercado. “La sociedad de mercado tiene el peligro de que todo sea sujeto a la relación económica y que los ciudadanos vivan aislados unos de otros, que solo se relacionen entre sus iguales, en función de su poder adquisitivo”, aseguró.
En una presentación junto al editor del libro, Sergio Fidalgo, y los periodistas Iva Anguera y Albert Soler, Joan Ferran siguió su particular guion. Todas las historias que se explican en Flores de Arcén son reales, desde la figura de Evo, un librero ‘amateur’ que se sentaba en el poyete de la sucursal del Evo Banco en la plaza Tetuan –donde se produjo el incendio que causo la muerte a una familia de cuatro miembros— hasta el ‘vecino del quinto’, de buena familia que un día se dedica a quemar contenedores. La voluntad de Ferran ha sido, “únicamente”, la de dejar constancia de problemas sociales, de carencias que se dan “en todas las grandes ciudades”. Pero, ¿ese era su ‘único’ objetivo?
LA 'PERLA' DE JOAN FERRAN
Los aplausos llegaron cuando el exdirigente del PSC, que se caracterizó en su momento por su tono duro y sus pullas a los adversarios políticos, señaló que esos problemas sociales, de gente que se ve superada o que vive al margen de la sociedad, también se pueden resolver y atender desde la administración local, y que en Barcelona la alcaldesa Ada Colau exhibe su “progresismo”, pero no se aprecia. Por ello, “aunque estoy de acuerdo en reducir la contaminación y ya sé que es un tema que preocupa, creo que se debe decir ‘menos urbanismo táctico y más humanismo práctico, en una ciudad en la que la alcaldesa alardea de progresismo”.
¿Podría ser el slogan de los socialistas en las elecciones municipales? Con el primer teniente de alcalde y líder del PSC en el Ayuntamiento, Jaume Collboni, concentrado en cómo darle la vuelta económica a la ciudad, los veteranos socialistas se relamían en la librería Byron con la frase de Joan Ferran. El disparo para la carrera electoral se había lanzado, con la preocupación en el aire: ¿será suficiente todo lo que hace el PSC ahora y el distanciamiento que se ha producido en las últimas semanas, precisamente, en cuestiones relacionadas con el urbanismo de Ada Colau?
Ferran habló de la amistad, del reconocimiento, de la reivindicación de los que se jubilan pero mantienen la capacidad de indignarse, de las personas que se deben proteger en una gran ciudad, de los locales de masajes que pueden esconder el blanqueo de capitales…. Pero se guardaba esa ‘perla’ casi para el final de su intervención, dejando claro que él sí conserva un buen colmillo político, el mismo que le llevó a denunciar “la costra nacionalista de TV3”, mucho antes del inicio del proceso independentista.