Era la noche del martes, 12 de abril, y Sergi acudió con su taxi a la calle Pamplona para recoger a una clienta que salía de la discoteca Razzmatazz, un trayecto habitual para el joven. Antes, el taxista acudía a la parada señalizada de la calle Almogàvers, pero desde hace dos años, poco antes de la pandemia, unos bloques de hormigón, puestos por unas obras, imposibilitan que los conductores puedan esperar en esa ubicación a la clientela.

Sergi llegó al lugar y estacionó en uno de los dos carriles de Pamplona, en el semáforo. Detrás de él se sumaron más taxis que aguardaban a sus clientes, la mayoría jóvenes que terminaban su noche de fiesta en la abarrotada discoteca. En ese momento, Sergi vio que un agente de la Guardia Urbana le cogía la matrícula. "Me sorprendió. Solo llevaba dos minutos esperando y nunca nadie en estos dos años nos ha avisado de que no pudiésemos esperar en esa calle ni nos han multado", explica a Metrópoli el taxista.

La entrada de la discoteca Razzmatazz de Barcelona / EUROPA PRESS

"OBSTACULIZAR LA CIRCULACIÓN"

El trabajador preguntó al agente, todo ello mientras esperaba a la clienta, que qué ocurría y el policía le contestó que estaba "obstaculizando la circulación". Sergi procedió a explicarle que estaba aguardando un servicio y que lo hacía en esa calle porque en Almogàvers ya no pueden hacerlo. "Les expliqué que desde hace dos años dejamos y recogemos a los clientes en Pamplona porque la otra parada de taxi está inhabilitada. Me contestó muy mal, me dijo que si tenía alguna queja, que recurriese la multa y no me dio otra alternativa para esperar a mi clienta, solo que ese no era su problema", denuncia Sergi.

El taxista afectado también lamenta "quedarse solo" discutiendo con el agente, ya que, por lo menos, otra decena de taxis fueron multados por el mismo motivo que él. "Además, no obstaculizábamos la circulación porque hay otro carril por donde pueden pasar el resto de coches", matiza el conductor.

MULTA INMEDIATA

Después de hacer caso omiso a las explicaciones de Sergi, el taxista intentó que todo quedase en un aviso, "pero casi me llevo la segunda multa por no obedecer a la autoridad". El trabajador requirió el importe de la sanción, a lo que el agente respondió dándosela al momento, justo cuando llegaba la clienta de Sergi. 

"La chica me dijo que le sabía mal que me hubiesen multado por esperarla, pero los clientes están en su derecho de pedir un taxi en el punto que sea", señala el taxista afectado. El joven cree que esta es una manera de "ir a por los taxis", en contra de ellos, y más en una zona tan frecuentada por este tipo de vehículos como es la salida de Razzmatazz.

La calle Almogàvers, cortada por obras / CEDIDA

"NO VOLVERÉ PORQUE ME LA JUEGO"

El incidente no fue puntual, ya que Sergi volvió al lugar después de realizar el servicio, a las 04:30 horas de la madrugada, y "seguían multado a los taxis". El joven lamenta haber tomado la decisión de no volver a la zona porque "me la estoy jugando con que me vuelvan a multar".

El taxista ya ha reclamado al IMET que les hagan una parada o que retiren los bloques de hormigón de Almogàvers. También ha comunicado que recurrirá la multa.

TRABAJANDO EN ELLO

Fuentes municipales han explicado a Metrópoli que la parada de taxis funcionaba solo en horario nocturno, de 23:00 a 07:00 horas. Durante el día, este es un carril bus, por lo que "corren el riesgo de ser multados si están en un lugar no indicado para parada de taxi, como a cualquier otra persona". 

Las mismas fuentes han asegurado a este medio que el Ayuntamiento está buscando un espacio alternativo para habilitar una parada en calles cercanas y evitar este tipo de situaciones.

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