¿Hay un 'momento Barcelona'? ¿Puede despegar después de un tiempo de desorientación? Dependerá de cómo se puedan alinear administraciones y sociedad civil, del poder público y del sector privado, pero, principalmente, dependerá de “la actitud, de las ganas, de la ambición”. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, ha subido el tono frente a su socia de gobierno, Ada Colau, en el marco de las jornadas del Círculo de Economía: “Se dice que no, que hay otros factores, pero esto va de la Barcelona del sí o de la Barcelona del no”. Consciente de que se la juega a un año de las elecciones, Collboni se ha volcado en su proyecto de ciudad.
En ese momento, a los pocos minutos del inicio de su intervención, las palabras de Collboni lograron fuertes aplausos entre los asistentes, que llenaban todo el auditorio del hotel Vela. Collboni había despertado la fibra, justo después de que la alcaldesa, en el mismo espacio, insistiera en que la única división que existe es entre “la ciudad del pasado o la del futuro”, con una crítica directa a los empresarios, por querer actuar, a su juicio, únicamente en búsqueda de beneficios a corto plazo.
Collboni cortó ese razonamiento por lo sano, al señalar que hace justo un año Barcelona aparecía como una ciudad que “languidecía”, y que ahora, tras un esfuerzo “público y privado”, se ha logrado que la ciudad sea la sede de la Copa América de Vela. Un acontecimiento internacional que lleva aparejado “una estrategia, un proyecto claro, que es la apuesta por la economía azul, junto con el Puerto de Barcelona, para hacer de la ciudad un clúster de la industria naútica”.
LA PATERNIDAD SOCIALISTA
A su lado estaba Damià Calvet, presidente del Puerto de Barcelona, que reafirmó las palabras de Collboni, al insistir en que la infraestructura se ha convertido en un “hub de enorme importancia para el territorio español, que dinamiza toda la economía”.
El Círculo de Economía había organizado una mesa sobre ese “momento Barcelona”, con la idea de debatir sobre los grandes proyectos de ciudad. Y uno de ellos pasa por los Juegos Olímpicos de Invierno. Collboni reclamó la paternidad del evento, que fue idea del exalcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu. Al pronunciar su nombre se produjo el segundo y rotundo aplauso de los asistentes.
Collboni defendió esa candidatura, al entender que Barcelona debe tener un papel fundamental y que se reclamará “cuando se oficialice todo” –a la espera del sí del gobierno aragonés—“un papel en la sala de máquinas de la organización para la ciudad”. Barcelona albergaría diversas pruebas olímpicas, pero, además, a juicio de Collboni, podría ser la sede de la inauguración de los juegos.
Jugando al ataque, y animado por los aplausos, Collboni insistió en que lo más importante “es la actitud” y que no podía entender el ‘no’ a los proyectos, de entrada, cuando lo que es necesario es debatir, produndizar, y, después, decidir. “Yo quiero decidir, pero primero digo sí, porque tenemos ambición de ciudad”.
LOS JUEGOS Y LA COPA AMÉRICA
Alejandro Blanco, presidente del COI, defendió el proyecto olímpico y señaló que la respuesta ha sido muy positiva por parte de la sociedad, al margen de las discrepancias políticas, tanto en el territorio catalán como aragonés. Pero Blanco fue más allá, y aseguró que se han hecho “esfuerzos impresionantes con Pere Aragonès, con Jordi Sànchez, de JxCat y con Jaume Collboni, Salvador Illa y todo el PSC” para presentar esa candidatura conjunta. Blanco añadió que la dificultad está centrada en el presidente aragonés, en Javier Lambán, y que espera “tener la candidatura y ganar los Juegos”.
El director general del Emirates Team New Zealand, Grant Dalton, organizador de la Copa América de Vela, también presente en la mesa sobre Barcelona, destacó la capacidad de las administraciones para ponerse de acuerdo, la “potencia de las infraestructuras”, y toda la complicidad que ha percibido por parte de la ciudad. Ese alineamiento, entre lo público y lo privado, es lo que, precisamente, destacó Collboni.