El candidato a la alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales de 2019 y entonces líder de BCN Canvi, Manuel Valls, ha rechazado que detrás de la segunda investidura de Ada Colau como alcaldesa hubiera una "operación de Estado" y ha afirmado que no se espiaron las negociaciones para formar gobierno municipal.
El político francés, que se presentará en las elecciones legislativas del país galo en junio, responde así en una entrevista en La Vanguardia a las declaraciones del líder de ERC en el Ayuntamiento, Ernest Maragall. Tras conocerse el posible espionaje del CNI durante las conversaciones postelectorales entre ERC y el partido de Colau, el concejal cualificó el voto de Valls para investir a Colau como alcaldesa como una "operación política de Estado y partidaria que concluyó con una acuerdo" entre los comunes, el PSC y Valls.
"NADIE ME DICE LO QUE TENGO QUE HACER"
"Yo quiero impedir un alcalde independentista y nadie me dice lo que tengo que hacer. Tengo muchos defectos, pero actúo libremente, solo. Y no tenía ninguna vinculación con el Gobierno", ha asegurado. Valls considera que la elección de Colau fue un "mal menor" y asegura que nunca negoció con ella, pero sí con Miquel Iceta, entonces primer secretario del PSC, y Jaume Collboni, que encabezó la lista de los socialistas en la capital catalana.
"Cualquier servicio de inteligencia actúa cuando hay un peligro para la integridad de un Estado, frente al terrorismo, el crimen organizado... Aquellas negociaciones salían al minuto en la prensa. No había ningún tipo de secreto", ha zanjado.