Los internautas toman las riendas para denunciar la gestión de la limpieza de Barcelona. A través de imágenes en las que se especifica el día, la hora y la ubicación exacta, evidencian cómo la suciedad ha tomado diversas zonas de la ciudad.
MOVIMIENTO VECINAL EN REDES SOCIALES
Carlos Martínez, con nombre en Twitter @Chino_Chulo, ha desencadenado el movimiento al que ha denominado Mierdalona. Desde el 31 de abril hasta ahora, diversos internautas han ido ampliando el hilo de denuncia con fotografías esclarecedoras. La acción ha cogido peso con el paso de los meses y los usuarios de la red social han publicado decenas de críticas ante la gestión municipal y el incivismo y la imagen que da la urbe a raíz de la suciedad en sus calles.
Vecinos de diversas zonas de la capital catalana como Sant Antoni, el Raval, Porta, la Vila Olímpica o el Poble-sec, entre otras, han afeado que las administraciones hayan "abandonado" algunos barrios de la ciudad y que el "incivismo se haya asentado" en la metrópoli.
NUEVOS CONTENEDORES
El inicio de las denuncias coincide con la instalación progresiva de los nuevos contenedores de Barcelona. La segunda semana de marzo, el Ayuntamiento de Barcelona comenzó a retirar los antiguos contenedores de Ciutat Vella, Eixample, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí para colocar unos nuevos, fruto del cambio en la contrata de limpieza en la ciudad.
El consistorio vendió que serían "más flexibles y adaptados a las necesidades" de sus ciudadanos. E introdujo un cambio importante: en determinados casos se modificó la ubicación de los containers.
CRÍTICAS CIUDADANAS
Tres meses después de la instalación de los nuevos contenedores, vecinos de los cinco distritos discrepan ante la renovación y reubicación de los contenedores y exigen que vuelvan los anteriores. El cambio tampoco ha gustado a trabajadores de la limpieza ni a la oposición, que claman contra una de las apuestas del concejal Eloi Badia.
Aunque el consistorio confirmó que la limpieza de los contenedores se iba a intensificar con una maquinaria específica, muchos vecinos de la ciudad denuncian los malos olores que provocan. También critican la suciedad que queda en el suelo cuando se retiran las bolsas de basura. Además, consideran que los servicios de limpieza "no pasan todas las veces que se precisaría", puesto que muchas islas de containers rebosan bolsas a diario.
EL AYUNTAMIENTO DEFIENDE SU GESTIÓN
Ante las acusaciones vecinales, el Ayuntamiento de Barcelona afirmó a Metrópoli que "la cabida de los contenedores es la misma que antes". Fuentes municipales explicaron que "el volumen es menor porque se ha reducido la cabeza del contenedor", que era la "volumetría que no se llenaba nunca porque quedaba por encima del nivel de la boca de entrada". Desde el Ayuntamiento aseguraron que "este volumen no era espacio útil", por lo que, para el consistorio, "la capacidad sigue siendo la misma".
La administración confirmó que "se están haciendo ajustes en la implantación de los contenedores según las necesidades". También explicó que se está reforzando el número de containers "si se ve que en algún barrio faltan de resto orgánico o de recogida selectiva".
ESPERAN QUE LOS VECINOS SE ACOSTUMBREN
Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona declinó informar si el número de contenedores grises de basura doméstica se había incrementado o reducido con la aplicación de la nueva contrata. Lo que sí explicaron las fuentes del consistorio barcelonés es que "se han incrementado en un 25% los de recogida selectiva", a lo que se deberá ver "cómo la ciudadanía responde a esta facilidad".
Según el consistorio, el feedback del vecindario es bueno. Las fuentes municipales aseguraron que el vecindario ve los contenedores "más amables", ya que "no hacen de barrera visual". Plantean hacer el balance final del cambio de los nuevos contenedores "una vez finalice la implantación".