El Ayuntamiento de Barcelona está completando estos días el despliegue de sonómetros en 11 puntos de la ciudad, consideradas zonas acústicamente tensionadas en horario nocturno", para detectar si se supera el ruido legal y aplicar planes para reducir la contaminación acústica adaptados a cada caso.
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN BARCELONA
El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha explicado que a partir de julio se evaluará con los actores implicados cuáles pueden ser las medidas adecuadas, entre las que contempla cambiar los horarios de las terrazas en algunos casos. También prevé evaluar la realización de inspecciones para comprobar que se cumplen los horarios en la restauración, adelantar las horas de limpieza, la presencia de Guardia Urbana y que haya agentes de mediación.
Además, ha avanzado que en estas zonas acústicamente tensionadas trabajarán en poder dar subvenciones a los vecinos para que puedan aislar sus ventanas.
ZONAS TENSIONADAS
La instalación de sonómetros en los distritos de Ciutat Vella, Sant Martí, Gràcia y Sants-Montjuïc se suma a la que ya se hizo la semana pasada en la calle Enric Granados del distrito del Eixample.
Mediante estos aparatos se pretende comprobar si las calles y plazas donde se están instalando pueden ser consideradas zonas acústicamente tensionades en horario nocturno. "La problemática de ruido es una problemática muy importante en la ciudad, de hecho tenemos un 57% de la población que está por encima de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", ha recordado Badia.
Ha destacado que el principal problema de ruido de la ciudad es el tráfico, pero que también hay que actuar con medidas que tengan que ver con los ruidos que se producen por la noche.
SALUD DE LOS BARCELONESES
En concreto, los sonómetros se están poniendo en la calle de Enric Granados, la plaza de George Orwell, la calle de Joaquim Costa, la de Almirall Churruca, la Rambla del Poblenou, la calle Rogent, la de la Allada Vermell, en Nou de la Rambla, en la plaza de Osca, en el Triangle Lúdic y en algunas plazas de la Vila de Gràcia.
El ruido es el segundo factor ambiental que impacta más en la salud de la población, después de la contaminación del aire, y esta nueva herramienta forma parte del Plan de Medidas contra la Contaminación Acústica 2022-2030, que recoge actuaciones para reducir el impacto de la contaminación acústica en la ciudad.