La firma Calaix de Cultura, una de las empresas más mimadas por el equipo municipal, ha vuelto a dar en la diana: se ha llevado en los últimos tres meses más de 1,9 millones de euros en cuatro contratos del Ayuntamiento de Barcelona. Lo curioso de todo es que en ninguno de los concursos a los que acudió tuvo competencia, salvo en uno de ellos y contra un rival al que dobló en puntuación. La empresa que gestiona buena parte de centros cívicos de la ciudad o importantes negociados públicos no tiene quien la haga competencia.

De los últimos contratos, dos corresponden al pasado mes de marzo. Se trata de la adjudicación de la gestión del centro cívico Casa Elizalde y del centro Casa Golferichs, que lleva aparejado el Espai Fotogràfic Català Roca. Ambos contratos fueron adjudicados el mismo día: el 19 de marzo. La duración de cada uno de ellos es de dos años, pero podrán prorrogarse en el 2024 por otros dos años más. en realidad, desde el año 2020 ya viene gestionando esos centros, según consta en el pliego de cláusulas administrativas, en los que se prevé un déficit de explotación en 2020 y 2021 de 447.720 euros, de los que 217.220 euros corresponden al primer año y 230.720 euros corresponden al año pasado. Esas cantidades se han de sumar al coste de los contratos de adjudicación de la gestión.

UN RIVAL MUY DÉBIL

La licitación de este año, similar a la de hace dos años, asciende a 408.697 euros para la Casa Elizalde y a 471.477 euros para la Casa Golferichs. No se ha cuantificado el valor estimado del déficit de explotación, que también sufraga el consistorio. En el caso de Casa Elizalde, Calaix de Cultura tuvo un competidor para el concurso: se trata de la entidad CET 10, que gestiona muchos gimnasios y centros deportivos de Barcelona. Pero sobre el papel, no hubo rival: la ganadora obtuvo 97,27 puntos sobre 100 y su rival se quedó en 56,63 puntos. La gran diferencia se dio porque en la puntuación que queda a criterio de los técnicos municipales Calaix de Cultura le sacó casi 36 puntos a su rival, a la que apenas le concedieron puntuación los responsables de evaluarla.

Sala de actos de la Casa Elizalde / ARCHIVO

Los informes justificativos para sacar a concurso la gestión de los centros citados son muy similares. Tanto Casa Golferichs como Casa Elizalde son puntos de referencia de los programas municipales de servicios y en ellos se programan muchas actividades culturales y socioculturales tanto del propio Ayuntamiento como de entidades ciudadanas. “Se convierten en un instrumento básico para la promoción y consumo de cultura y para la promoción social tanto individual como colectiva de la ciudadanía”, dicen los informes.

Fachada de la Casa Golferichs / CASA GOLFERICHS

UN PROGRAMA DE COCINA

El 27 de mayo, el Distrito de Sants-Montjuïc le adjudicó también otro contrato a Calaix de Cultura para “la dinamización del equipamiento y prestación de servicios socioculturales en el Centro Cívico El Sortidor”. El valor de ese contrato, que estará en vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024, es de 671.355 euros. La adjudicataria se presentó en solitario al concurso, por lo que no tuvo problemas para llevárselo.

En este espacio, se ha de desarrollar el proyecto singular A Taula. Se trata de una iniciativa “especializada alrededor de la cocina, de la alimentación saludable y de la promoción de la soberanía alimentaria. La especialización supone trabajar con infraestructuras y recursos específicos y profesionales con experiencias en el campo temático escogido”. Por lo demás, las tareas de dinamización y gestión del centro serán similares a las que se llevan a cabo en los demás edificios de titularidad pública. En El Sortidor, no obstante, también se debe “liderar el proyecto Perspectiva con el otro centro cívico del barrio y con la biblioteca, fomentando la transversalidad y la perspectiva de género de las diferentes programaciones”. En su programación cultural, hay exposiciones, conferencias, charlas, narrativas de migrantes, artes escénicas, música clásica y cine a la fresca.

Centro cívico El Sortidor de Sants-Montjuïc / AJUNTAMENT DE BARCELONA

UNA POTENCIA EN DINAMIZACIÓN

La última adjudicación tuvo lugar el pasado 9 de junio: el distrito de Sarrià-Sant Gervasi le dio la gestión, dinamización y organización del centro cívico Pere Pruna. Es un contrato también por dos años con posibilidad de prórroga y por un monto total de 369.560 euros.  El edificio de este equipamiento está incluido en el catálogo de Patrimonio Arquitectónico de la ciudad. Se trata de un edificio construido en 1904 por Enric Sagnier Villavecchia y rehabilitado entre 1952 y 1954 y se corresponde a la antigua capilla del convento de las monjas reparadoras. En su interior, destacan las pinturas, frescos y vitrales del artista Pere Pruna.

Exterior del centro cívico Pere Pruna / AJUNTAMENT DE BARCELONA

En total, pues, más de 1,9 millones de euros en los cuatro contratos que Calaix de Cultura se adjudicó sin despeinarse. Esta empresa ya gestiona y dinamiza algunos de los edificios públicos municipales más importantes de Barcelona. Entre ellos, el centro cívico Vallvidrera Vázquez Montalbán, el Cívico Elèctric, el de Fort Pienc, el de La Sedeta, el de Baró de Viver, el casal de barri Can Rectoret o los casales infantiles El Turó y Vilapicina-Torre Llobeta. En su misma sede se encuentran otras firmas que también se han beneficiado de contratos millonarios del Ayuntamiento de Barcelona, como Relleu Cultural o la cooperativa Ludic 3 SCCL. Se trata, pues, de un holding que es una auténtica potencia en dinamización.

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