Un parking de caravanas ilegal en el Bon Pastor

El vecindario del Bon Pastor denuncia un asentamiento de caravanas en uno de los pocos parkings gratuitos y al aire libre que hay en el barrio. "Ocupan plazas de aparcamiento", denuncian los vecinos, que aseguran que esto no solo les afecta a ellos, como residentes de la zona. "Hay mucha gente que viene de otras ciudades, como Sabadell, que dejan aquí el coche y se van a trabajar en metro, que está aquí al lado", explica a Metrópoli un vecino. 

El parking se encuentra en la calle Lima y hasta hace poco también se podía ver a una mujer viviendo en un coche. "Ahora ya no está", relatan los vecinos, pero con el paso de los días han ido llegando algunas caravanas que se instalan "y de ahí no se mueven".

Una de las caravanas del parking del Bon Pastor / ÁNGELA VÁZQUEZ

MATRÍCULAS EXTRANJERAS

Algunas de las caravanas tienen matrícula extranjera y otras, no tienen. A las 12:30 horas sus habitantes no se dejan ver. "Están durmiendo", dice un vecino. El residente hace de guía y muestra el panorama. 

Además de ocupar, en ocasiones, dos plazas de aparcamiento, estos vehículos se apropian de los sitios más ventajosos: debajo de los árboles, a la sombra.

Una de las caravanas, con plantas por fuera / ÁNGELA VÁZQUEZ

PARTERRES EN EL EXTERIOR

"Algunos incluso han puesto plantas fuera, como si fuera un parterre", bromea el vecino, que asemeja la imagen a la de un camping.

A escasos metros, además, se encuentra una fuente pública, "así que a nivel de agua, están servidos". "Desconozco dónde hacen sus necesidades", comenta el hombre.

Parking exterior del Bon Pastor / ÁNGELA VÁZQUEZ

"DEJAN SUS ENSERES EN LA ACERA"

En días puntuales, el vecindario del Bon Pastor se topa a menudo con las pertenencias personales de los ocupantes de las caravanas en medio de la acera: "Dejan sus enseres por la calle".

Además de caravanas, cada vez más se ven camiones donde también vive gente. "Hacen un efecto llamada", denuncian los vecinos. "El nivel y la decadencia cada vez son superiores".

Efectos personales de los habitantes de las caravanas / CEDIDA