El Grupo Costa Este anuncia grandes pérdidas con el desalojo de Opium en Barcelona. La empresa, que posee el club de restauración y ocio nocturno situado en el Frente Marítimo, ha denunciado que si el Ayuntamiento desaloja la discoteca, se perderán hasta 1.000 empleos

El aviso se produce días después de que el Ayuntamiento de Barcelona presentara un protocolo de actuación con el CSIC para ampliar las instalaciones del centro científico en primera línea de mar. La ampliación del consistorio pretende ocupar el espacio donde se encuentran las discotecas Opium, Shoko y CDLC.

El Hotel Arts, en el frente marítimo de Barcelona / HOTEL ARTS

ACCIONES JUDICIALES

Ante la cesión del espacio por parte del consistorio al CSIC, Costa Este ha anunciado que impugnará en la justicia el protocolo entre la administración local y centro investigador. Su dirección considera que es una  decisión "unilateral y puramente ideológica". 

La empresa de ocio nocturno barcelonesa carga contra la parte del consistorio de Barcelona en Comú por "sustituir unos negocios que funcionan por un proyecto artificial carente de contenido que no cuenta en la actualidad con ningún diseño, planificación o presupuesto para su ejecución". Con estas declaraciones hace referencia al teniente de alcalde Jordi Martí, quien presentó el protocolo. 

Jordi Martí, en el Palau de la Virreina / EUROPA PRESS - DAVID OLLER

DEFIENDEN SU BUENA GESTIÓN

Defienden que el litoral barcelonés, junto al Hotel Arts, "se ha convertido en el lugar de referencia del ocio barcelonés y canaliza una gran parte de la demanda de ocio de la ciudad". Es por eso que el Grupo Costa Este valora el movimiento municipal como "una decisión política absurda que solo busca erradicar, sin motivo alguno, una zona de restauración y de ocio que ha venido desarrollando su actividad ininterrumpidamente desde las olimpiadas", en referencia a los Juegos Olímpicos de 1992. Añaden que el Ayuntamiento ha iniciado una purga contra la "concentración excesiva de locales de ocio". 

La dirección de Opium valora que la zona de restauración en la que se encuentra el local "no ha ocasionado molestias vecinales en sus más de tres décadas de actividad". También añade que la Guardia Urbana la considera "un ejemplo de buena gestión". Es por eso que avisan que si Opium y las demás discotecas afectadas –CDLC y Shoko– se ven obligadas a marcharse, supondrá "una mayor concentración de clientes en otras zonas ya tensionadas y ubicadas  en zonas residenciales". 

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