El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado este martes las obras de la superilla del Eixample con la transformación de los cuatro ejes verdes de Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell, además de las cuatro primeras plazas marcadas por la iniciativa Superilla Barcelona.
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del consistorio, Janet Sanz, y el concejal del distrito del Eixample, Pau Gonzàlez, han recordado que los trabajos otorgarán 58.000 nuevos metros cuadrados de espacio público para el peatón.
"UN ANTES Y UN DESPUÉS"
Sanz ha asegurado que habrá "un antes y un después" de la superilla en la forma de transformar las calles de la ciudad. Según la edil de los comunes, este modelo pone en el centro los retos del siglo XXI. "Tenemos que preparar la ciudad para que sea un refugio de futuro. Debe tener más verde, tiene que recuperar mejor el agua, debe tener más sombra... Todos aquellos elementos que harán que una ciudad sobreviva", ha afirmado la edil.
Las obras, con un presupuesto de 52,7 millones de euros, se realizarán de manera simultanea en las cuatro calles, se prevé que duren ocho meses y supondrán un nuevo revés al tráfico rodado en el centro de la ciudad.
AFECTACIONES DE LA 'SUPERILLA'
En las vías afectadas desde este martes por los trabajos para materializar la superilla del Eixample, los vehículos solo podrán circular por un carril. Se trabajará por mitades, por lo que sólo quedará un lado de la vía ocupado.
Los vehículos sufrirán otras restricciones. Desde este martes no se permite que los turismos circulen en línea recta durante dos tramos seguidos, por lo que quedan obligados a girar en las confluencias. En las plazas proyectadas tampoco se podrá cruzar sin girar, como sí se ha podido hacer hasta ahora en las calles afectadas.
Durante las obras siempre habrá una acera libre para los peatones, y no habrá afectaciones al transporte público. Además, se permitirá el paso a servicios, bicicletas y vehículos de emergencia.